Que mal hizo Saavedra en subestimar al equipo de periodistas de 'Sálvame', capaces de perseguir a su 'presa' las 24 horas del día con tal de hacerse con las imágenes que necesitan. Esta vez no iba a ser menos y, por fin, la colaboradora y Castejón han sido pillados besándose en un restaurante. La cara de la peruana mientras que el magazine estaba emitiendo el metraje en el que ambos aparecen compartiendo saliva era todo un poema, pero lo peor para ella todavía estaba por llegar.
Kiko Hernández le hizo llegar qué es lo que pensaba su expareja, Carlos Lozano, después de haber visto las imágenes y, como era de esperar, al presentador no le sentó nada bien: "Ahora tengo claro que, desde el minuto cero, Miriam ha estado conmigo por mi fama y mi dinero. Es una cazafamosos". Por su parte, Saavedra se defendió asegurando que cuando los dos empezaron a salir en Perú, él no era famoso en tierras sudamericanas y además nunca le pidió dinero. "La gente que ha vivido nuestra relación durante todo ese tiempo lo sabe, y es consciente de que la única que se mantiene aquí y mantiene a mi familia soy yo", replicó la modelo muy alterada.
También tiene para Gustavo González
El cabreo de la peruana era más que evidente, y no es de extrañar teniendo en cuenta que su relación con Castejón se ha descubierto. Sin embargo, algunos colaboradores de 'Sálvame' aseguran que todo ha sido una estrategia de la peruana para situarse en el foco mediático. Concretamente, Gustavo González apuntó que fue ella misma quien avisó a la agencia de prensa que la grabó junto al ex de Marta Sánchez en la terraza de Serrano. Una "afectada, desconcertada y decepcionada" Miriam Saavedra desmintió rotundamente esa información, y de paso llamó "grandísimo mentiroso" al periodista valenciano. Ella asegura que un infiltrado se encarga de transmitir a los medios todo lo que concierne a su nuevo amorío, pero González tiene muy claro que ella es su propia chivata: "si quieres buscar quién es el topo, mírate al espejo y lo descubrirás".