Rubén entró en 'Gran Hermano Revolution' afirmando no entender a las mujeres y dispuesto a aprender a conquistarlas. Desde el minuto uno se acercó mucho a Carlota, formando junto a José María un triángulo que se disolvió cuando la malagueña y el murciano protagonizaron el primer edredoning de la edición. Después, el gallego y Miriam se volvieron inseparables, pero tras unos días, Rubén fue perdiendo el interés y comenzó a fijarse en Mina. Sin embargo, las cosas han cambiado en las últimas horas ya que, tras todas estas idas y venidas y tal y como dijo Jordi González en 'El debate de 'Gran Hermano Revolution': "La pareja ha vivido su primera noche de pasión gallega bajo las sábanas".
Como de costumbre, Miriam y Rubén estaban durmiendo juntos en la misma cama cuando, de repente, se dejaron llevar y comenzaron a besarse y a acariciarse apasionadamente bajo las sábanas, dando lugar al segundo edredoning de 'GH Revolution'. "¿Pedimos la hora sin cámaras?", le preguntó el de Vigo a la de La Coruña, que le respondió afirmativamente antes de que empezasen a bromear sobre cuántas horas y cuántos minutos les darían: "¿Y si lo vamos a preguntar?".
"Antes de ayer estaba empal... estábamos igual. Tenía 'eso' cargadito de amor ", le contó el concursante a su compañera, mientras esta le acariciaba. "Deja de tentarme..." le dijo Miriam a Rubén antes de que este le dijese que " voy a ir al baño, voy a tomar un agua". A la vuelta, el gallego le pidió una tregua a su compañera de cama: "No me concentro. Mira, vamos a tener la fiesta en paz un ratito, ¿sí o no?", mientras que ella se preguntaba si "¿seremos capaces?"
"Mañana me pido yo ese lado", le dijo el pontevedrés a la coruñesa, que le replicó preguntándole que si " ¿piensas que va ser distinto por el lado que tengas? ", seguramente sin esperarse su contestación. "Soy más bueno con la derecha", sentenció el técnico en automatismos y robótica industrial. "Estoy muy bien aquí. No me iría a ningún sitio ahora mismo", añadió Rubén, por lo que habrá que esperar para descubrir como continúa la historia de estos dos gallegos de 21 años.