"Me daba asco"
Precisamente considerando que era demasiado pequeña para entender estas cosas sus padres decidieron no contarle nada de lo que había detrás de la decisión de romper su matrimonio. En cambio se sabía y se comentaba: "Decidieron no contármelo y acabé enterándome por mis amigas". Por aquel entonces Miri estudiaba en un colegio de monjas donde la religión católica criminalizaba todo aquello fuera de los márgenes de lo heternormativo: "La homosexualidad era tratada como una enfermedad...".
Esto hizo que Miri sintiera un gran rechazo pro su propio padre: "No lo podía ni ver, me daba asco", algo de lo ahora se arrepiente mucho y se está muy agradecida por que su padre hiciera por mantener relación con ella: "Luego él se empezó a acercar y ahora lo amo", y reconoce que ahora lo ve como un auténtico héroe que pasó por una situación muy complicada hasta poder reconocerse y reconocer al mundo su verdadero yo. "Es un campéon, un luchador máximo".
Hace tan solo unos días Miri y Eduardo se reencontraban en Honduras tras casi 3 meses separados. Un lacrimógeno momento en el que ambos se dedicaron palabras muy bonitas: "Estamos todos muy entusiasmados contigo. Lo estás haciendo genial, la gente no para de felicitarnos, estás impresionante", le decía a su hija: "Miriam es lo más de lo más, le traigo todo el cariño desde Barcelona, de la familia que todo el mundo te quiere tanto. Te estamos apoyando en todas partes, la gente nos para por la calle, nos ha cambiado la vida y todo el mundo te manda fuerza".