La colaboradora ha vuelto al trabajo después de un mes alejada sometiéndose a un duro tratamiento de quimioterapia.
Ha sido un mes el que Mila Ximénez ha permanecido alejada de la televisión y las redes sociales, algo sobre lo que se sabía muy poco. Poco a poco se fueron conociendo las razones por las que la colaboradora permanecía alejada de todo y era debido a la fuerte quimioterapia que está recibiendo. Al parecer, era una nueva quimio para luchar contra el cáncer que padece y la había dejado completamente destrozada. Pues bien, el día de vuelta ha llegado y Mila Ximénez llegaba ilusionada por volver al trabajo. Todos sus compañeros la recibían con alegría e ilusión pero, desgraciadamente, las noticias que la colaboradora traía no eran demasiado buenas. "Para mí volver significa que estoy bien, he estado en la cama casi un mes sin moverme", explicaba sobre su situación. Además, ha comunicado una importante decisión que deberá tomar en su próxima revisión.
"La gente ha estado muy preocupada y yo también, todo se decide dentro de dos semanas, se ha complicado. Se ha disparado una de las zonas. Está siendo muy largo y camino y muy jorobado. Escucharé a mi doctora y decidiré si seguir o si me merece la pena, me gusta vivir pero con calidad de vida. Cada día estoy más preparada", relataba con entereza. "Cada vez me cuesta más levantarme. Estás siendo muy largo el camino y muy jodido", comentaba.
La calidad de vida, fundamental para ella
Mila Ximénez lo está pasando bastante mal porque la quimioterapia que han tenido que ponerle es mucho más fuerte. Sin embargo, no solo eso, si no que está tratando de que el pelo no se le caiga: "No solo me hago la quimio y es que para no perder el pelo me hago un tratamiento muy duro con un gorro a seis grados bajo cero durante horas. En dos semanas decidiré qué hacer", explicaba haciendo alusión a dejar de luchar si su situación iba a ser la de este último mes.
Jorge Javier Vázquez, su gran amigo, trataba de darle fuerzas para seguir en la lucha, porque la última quimio que se ha dado ha ido mejor que la que la dejó en cama: "Si fuera todo como esta última quimio, continuaría". Además, asegura que la vida social tampoco termina de ser buena: "Yo de la vida social tampoco disfruto. No es una tragedia, es una reflexión que me estoy haciendo todos los días. Lo vengo avisando, que no se enfade la gente que está conmigo", comentaba sobre tirar la toalla contra el cáncer. Ahora su actitud es mejor que hace un mes, puesto que el miedo la paralizó: "Me atrapó el miedo y me da miedo el miedo. Estaba paralizada. Ya no. Lo que tenga que pasar pasará y si no pasa mejor. Estoy rezando pero quiero vivir. Te planteas que si se acaba esto es una tranquilidad para mí. Me da más miedo despertarme por despertarme que decir pues esto no tiene solución", añadía. ¡Mucho ánimo!