Durante una conversación con su amigo Jorge Javier Vázquez, la periodista ha comentado que a lo largo del verano ha pasado por numerosos altibajos, llegando incluso a plantearse en un momento dado dejar el tratamiento. Además también ha contado cómo llamó al presentador para pedir ayuda puesto que estaba en un bucle pesimista del que no veía forma de salir.
"Creo que de todo hay que aprender. No creo que esto acabe con un mal final porque no me lo merezco. Lo estoy luchando y estoy haciendo los tratamientos con energía", aseguraba con mucho ímpetu reconociendo que no siempre ha tenido ese buen estado de ánimo: "Estaba con una depresión que no me levantaba de la cama. Fue Alba la que me dijo que o salía o se iba", ha comentado destacando el papel de su hija y sus nietos, junto a los que ha pasado una veintena de días.
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Y ese propósito se está consiguiendo puesto que, poco antes de llegar a 'Sálvame', la colaboradora ha recibido la llamada de su oncólogo con muy buenas noticias: "La buena noticia es que está ahí, está quieto. Había tres opciones: que estuviera igual, más pequeño o más grande. El resultado es que todo está bien y lo que tengo por ahí suelto está quieto. El del pulmón está un poquito más reducido", explicaba antes de comentar que tiene previsto acudir toda la semana a trabajar puesto que dentro de unos días tendrá una nueva sesión del tratamiento: "Me quedan tres sesiones de quimio y después seguiré con inmunoterapia".