Nada ha vuelto a ser lo mismo para Miguel en 'Gran Hermano 17' después de que decidiera dar el paso de confesar a Pol durante su estancia en el apartamento que sentía algo más que amistad por él. Desde que Adara se enterase de lo sucedido, Miguel va llorando por las esquinas.
El joven no puede más y así se lo ha hecho saber a algunos de sus compañeros, diciéndoles que está roto de dolor porque Pol le ignora cuando le dijo que entre ellos no iba a cambiar nada a pesar de la declaración de amor.
" Me dijo que no iba a pasar nada, que nada iba a cambiar entre nosotros. Salgo de puta madre -tras su paso por el apartamento- pero llego y Adara me monta el pollo. Desde ahí ya no existo para él ", comentaba a Clara, Fernando, Noelia y Rodrigo.
Está realmente dolido porque él ha hecho todo lo que estaba en su mano para hacer más agradable la estancia de Pol en Guadalix de la Sierra y considera que no es justo lo que está recibiendo a cambio: "Si había un trozo de pan se lo guardaba para él. Le doblaba la ropa. Yo entiendo que lleve un camino diferente al mío... pero no me hagas esto porque a mí me destrozas ".
Y por si el rechazo de Pol no fuera suficiente, Adara ha vuelto a la carga contra él, dejando a Miguel completamente destrozado llorando en la habitación. Todo comenzó durante una fiesta en la que Adara observó cómo su compañero hacía como si vomitara cada vez que ella besaba a Pol.
Miguel no puede con la situación: "Me quiero ir de aquí ya"
"Qué hija de puta eres", decía Miguel entre lloros en una de las habitación. Cinco palabras que han provocado que Adara llegase corriendo para lanzarse una seria advertencia: " Que sea la última vez que me llamas eso. No me llames eso más que la liamos ", le gritaba mientras él imploraba que le olvidara y le deje "en paz" asegurando que " me quiero ir ya de aquí ".
Por su parte, Adara iba rápidamente a Bárbara para contarle lo sucedido: " Hija de puta ma llama y yo teniendo que aguantar que hace que vomita cuando me beso con él en la fiesta ".