El concursante que más polémica genera en la casa se ha venido abajo porque ya no aguanta más tener que mantener su imagen de chico perfecto.
El concursante del famoso peluquín, Miguel, no está pasando por uno de sus mejores momentos dentro de la casa. Sus compañeros están empezando a sospechar que algo esconde, incluso más allá de su falso pelo. Algunos dicen que no es normal que no le diga a nadie en lo que trabaja o la edad que tiene, y Bea, la peluquera 'chonija', ya sospecha que lo que lleva Miguel es un peluquín.
Parece que la presión está pudiendo con el gallego y tuvo que irse al confesionario para estallar. Rompió a llorar en cuanto se sentó y comenzó a hablar: "Me doy cuenta de que vendo una vida irreal, en plan de que la belleza no es lo más importante y hay que ser uno mismo y eso yo no lo hago". Además continuaba explicando que él vende la imagen de lo que no le gusta porque está acostumbrado a que la gente le vea unas horas, pero no convive con él. "Cuando conviven contigo como que te desmontan", añadía. "Me muero por quitarme el pelo, porque me lo tengo que quitar ya, pero no sé como hacerlo, no encuentro el momento, siempre hay gente", explicaba entre lágrimas.
Miguel, abucheado al saber que estaba nominado
Parece que las actitudes que está teniendo Miguel dentro de la casa de 'Gran Hermano' no están gustando demasiado en el exterior. Cuando Jorge Javier le comunicó que estaba nominado se escuchó un aplauso general en el plató que descolocó bastante al del peluquín que preguntaba: "¿Eso es bueno o malo?" y, efectivamente, era malo. Veremos si se salva de la expulsión.