Miguel Bosé tenía previsto visitar el plató de 'El Hormiguero', pero sus problemas de salud le impidieron poder charlar con Pablo Motos, hasta que el 19 de septiembre de 2023 ha podido cumplir con esta cita pendiente, y en concreto ha visitado el plató para presentar su documental 'Bosé Renacido', un formato de Movistar Plus+ en colaboración con Shine Iberia en el que enseña su parte más íntima.
Uno de los temas que más se esperaba que tratara es el asalto que sufrió en su vivienda con sus dos hijos y su personal de servicio, ya que diez personas armadas y encapuchadas irrumpieron en su hogar, un tremendo susto del que por suerte salieron ilesos, aunque se llevaron todas sus pertenencias, incluso un vehículo que estaba aparcado en la puerta de la vivienda.
La intervención del cantante ha comenzado con sus disculpas por no haber podido ir antes al programa. En cuanto al asalto ha empezado diciendo: "Estábamos ya dormidos en mi casa y los niños estaban haciendo una 'pijamada' con un amiguito. Eran sobre las 20:30 horas y, de repente, me despierta alguien, veo unas caras que no reconozco y estaba encañonado. La banda iba armada con una artillería pesada muy grande y todos encapuchados y con máscaras".
Dicha operación estaba dirigida por mujer, y ha comentado que por suerte no hubo violencia física, quitando que entre los miembros de la banda se empujaron y que a él le insultaron. Asimismo, pudo percibir que los asaltantes no eran profesionales y él procuró mantener la calma. "Bajé revoluciones, les dije '¿qué queréis?' y me dijeron que querían todo lo que pudieran llevarse de valor", ha dicho.
Tras esto él se encargó en llevarles hacia las cajas fuertes, y uno de los jefes del clan supo que era el cantante. "Se quitó la máscara y me dijo 'yo soy tu fan', y me pidió un selfie", ha comentado, algo que le tranquilizó y por lo que pensó que no iba a . Entonces, tuvo la sensación de que "no iba a pasar nada" y le "entró más tranquilidad", a lo que se añadió el hecho de que en los ojos de sus hijos vio que "no había nada de miedo".
Y sus hijos se comportaron de una manera impecable a juzgar por sus palabras, contando que les juntaron a todos en una habitación donde les ataron y les taparon durante más de dos horas en las que estuvieron completamente inmovilizados y controlados por un hombre del que ha dicho que fue 'un ángel guardián'. "Le dijo a mis hijos que no se preocuparan, que a papá no le iba a pasar nada ni a ellos tampoco y que se irían en una hora o así", ha dicho. El mismo individuo fue quien quitó las cuerdas a su hijo Tadeo para que después desatara al resto, incluido su padre.
Un episodio para olvidar
El balance de lo sucedido es el siguiente: "Una experiencia para olvidar lo antes posible, una experiencia horrible, terrorífica, que no enseña nada, pero tuvimos la suerte de que no nos pasó nada ni a mis hijos, ni a mí, ni a nadie de la casa. Eso es lo importante, y el resto da igual", ha concluido.