El actor ha contado que es un apasionado del mar, pero en una ocasión lo pasó realmente mal porque casi muere.
Miguel Bernardeau se ha sentado en el plató de 'El Hormiguero' para presentar uno de sus últimos proyectos, la serie 'Zorro'. El actor ha estado charlando con Pablo Motos sobre su nuevo papel metiéndose en la piel de Diego de la Vega. Además de hablar de este últimos proyectos, lo ha hecho de algunos aspectos más personales y desconocidos.
El hijo de Ana Duato ha contado, entre tanto, que estuvo a punto de morir en una ocasión, y así lo ha narrado: "Desde pequeñito estoy mucho en el mar, me encanta el surf y cojo grandes olas, pero después en el Mediterráneo me caigo del catamarán y estoy 3 horas y media en medio del mar y casi me ahogo con un amigo", ha comentado sobre lo que le sucedió. "Fue lo más tonto que me pasó en la vida y casi me mato", ha comentado. "Fue navegando un día con viento, pero navegando tranquilamente. Lo voy a recordar toda mi vida. Íbamos con unos arneses en el catamarán. Fue fuerte. Fue por un sitio que había estado navegando toda mi vida. Vas con el arnés, es un bicasco, te cuelgas para hacer contrapeso. Falló una cosa del montaje y caímos los dos al agua. El catamarán se fue. No había nadie más y estábamos en un sitio que pasan un montón de millonarios con sus barcos y megayates pero ninguno paraba", ha comentado.
"3 horas y media gritándoles. Los ves y nadie nos hizo caso. Se te cristaliza la garganta con la sal y teníamos hipotermia. Fue cuando pensé... tenemos un problema", ha comentado, para seguir contando: "Paró un hombre con su barco porque había encontrado nuestro catamarán a la deriva. Lo recordaré toda mi vida porque al darme su mano para cogerme me ofreció una copa de champán", ha terminado diciendo, por lo que por suerte su historia tuvo un final feliz, aunque vivieron, tanto él como su amigo, momentos de mucha angustia.Pese a todo, no teme al mar
Ahora ha contado esta historia a modo de anécdota, y pese al miedo que sintió, no teme al mar, por eso cada vez que puede se escapa a la costa para surfear. Sus redes sociales están llenas sobre todo de imágenes de esta gran pasión que comparte con muchas de sus amistades, su lugar para evadirse del trabajo. Más allá de hacer surf, le gusta navegar o incluso bucear.