Nada más comenzar el programa 'GH: Límite 48 horas', el presentador texto enlaceafirmó que los dos aspirantes a concursante son mujeres y que sería la audiencia quien, a través de la aplicación oficial del programa, decidiera quién de ellas se convierte en concursante de pleno derecho y entra como tal en la casa el próximo jueves 6 de octubre. Después, Lara Álvarez introdujo un primer adelanto de las aspirantes en forma de audio.
"Estoy obsesionada por la limpieza. No salgo de fiesta, solo limpio la casa. Tal vez sea por los valores que me han inculcado ya que mi familia adoptiva es de etnia gitana. No soporto a las personas mentirosas, cruz y raya", dijo de sí misma la primera de ellas, mientras que la segunda se definió como "bastante 'marimandona'. Tengo el corazón libre y podría decir que... no guapa, pero sí resultona".
Michelle Jiménez, de 32 años, fue la primera aspirante en ser presentada y en entrar al apartamento, el antiguo y fallido contraclub que desde esa misma noche también acogió a las dos nominadas más votadas para salir el jueves. Procedente de Barcelona, la aspirante a concursante afirma que el sueño de su vida es encontrar a su madre biológica y que va en busca de un hombre que la cuide y confesó en su presentación que el concursante que más le llama la atención dentro de la casa es Alain.
Después fue el turno de Rebeca Ruiz, que se sumó a Michelle en el apartamento antes de que emitieran las imágenes de su casting, donde se define como "natural, extrovertida, impulsiva y sin filtros". La joven, de 29 años, es natural de Arroyomolinos (Madrid), dependienta de una tienda en Serrano y dice que le gusta Adara porque se siente identificada con ella y Pol porque se mueve por el corazón. Del suyo, Rebeca dice que "siempre está libre, estoy esperando sin esperar".
Adara teme a las 'nuevas concursante': "Que no sea la exnovia de Pol"
Después fue el turno de Rebeca, a quien Pol fue a buscar al confesionario por decisión de la audiencia y para desgracia de Adara, que ya había presenciado la entrada de Michelle desde la sala de expulsión creyendo que era su ex y estaba viendo todo desde el apartamento después de saber que aún le quedan 48 horas con Bea. "Ay tía, ay que la va a ver...", dijo la madrileña mientras se lamentaba al escuchar cómo se presentaba la nueva concursante a su amor en la casa. "Te imagino en casa to martirizada viendo la tele", bromeaba Bea mientas que Adara decía que si estuviera en su casa cambiaría de canal.
Por su parte, Rebeca comentó el sentido de ánimo con el que fue recibida, consciente de que los concursantes se habían sorprendido mucho de que hubiera una expulsión por primera vez en martes y además doble. Además, ninguno de ellos esperaba que fueran a entrar, ni más ni menos, dos nuevas concursantes. Tanto es así que Clara, una de las más afectadas por la salida de Bea, no dejaba de llorar y afirmaba que no quería conocer a las nuevas mientras hacía la maleta de su amiga. Más tarde, ambas aspirantes se quejaron en el confesionario del ambiente en el que les había tocado entrar en la casa y ni a Bea ni a Adara le gustaron las palabras de las nuevas mientras lo veían desde el apartamento.
Una de ellas dejará la casa y Adara o Bea volverán, incluso puede que las dos
Sin embargo, las cosas no quedaron ahí: La gala del próximo 6 de octubre será una nueva noche de sorpresas y emociones en la que los concursantes verán como Michelle o Rebeca dejan la casa mientras que una de ellas pasa a ser concursante oficial y cómo Bea o Adara regresan a la misma después de que la audiencia expulse a una de ellas tras 48 horas conviviendo juntas y aisladas de sus compañeros en el apartamento.
De todos modos, la sorpresa puede ser aún mayor ya que, tal y como confirmó Jordi González al final de 'GH: Límite 48 horas', Adara o Bea tienen en su poder la caja con el pase de vuelta a Guadalix de la Sierra por lo que, de ser expulsada la privilegiada, regresaría a la casa. Además de las propias, Bea cuenta con las cajas de Rodrigo, Clara y Miguel, mientras que Adara tiene la de Bea, después de haber rechazado la que le ofrecía Pol esa misma noche.