Es una de las pruebas más divertidas de 'Supervivientes' y en esta edición por fin ha llegado. Los concursantes están pasando más hambre que nunca por lo que tentarlos con comida deliciosa no es nada difícil. Sin embargo, hay límites que igual no están dispuestos a pasar para conseguir comer algo rico... O igual sí. La primera que tuvo que hacer frente a la mesa fue Adara, que fue tentada con un brownie de chocolate gigante.
La concursante tuvo que ir aceptando penitencias si quería que le dieran todo el brownie y terminó aceptando dos dichas por Laura Madrueño, ir atada a Jonan y Asraf y estar con el antifaz durante un día completo, y otras tres guiada por los aplausos del público. Estas fueron no comer caliente, no hablar durante un día completo y cortarse el pelo 15 cm. Estas tres todavía no las conoce, por lo que el sufrimiento no ha comenzado.
El siguiente en pasar por la mesa de las tentaciones fue Jonan, a quien le ofrecieron raparse el pelo a cambio de una hamburguesa vegana gigante. Se lo pensó bastante pero al final aceptó el rape al 3 a cambio de que le añadieran salsas a la hamburguesa. La diversión estaba asegurada. Bosco decidió no hablar con su madre a cambio de que le dieran un solomillo wellington que tenía una pinta deliciosa y Artur no podrá tocar la comida en toda la semana a cambio de una barca enorme de sushi.
El taparrabos y adiós melena
Asraf fue el siguiente en pasar por la mesa de las tentaciones y le pusieron como tentación un kebab enorme. A cambio, debía superar su vergüenza y quedarse en taparrabos durante una semana, así como entregar la muñeca que tanto le recuerda a Isa Pantoja. El concursante no pudo contener las lágrimas pero decidió que se quería comer el kebab, así que lo único que pidió fue un cuenco de chucherías y le concedieron dos. Trueque conseguido.
Para terminar con la mesa de las tentaciones llegó Alma Bollo con su interminable melena, por lo que estaba claro cuál iba a ser la penitencia: corte de pelo. A la concursante le ofrecieron un bol de pasta carbonara gigante y a cambio de 45cm de pelo, algo que le llevó al grito y al pavor. Al final, aceptó dos boles de pasta y pidió dos postres a cambio de esos 45 y así se hizo. Adiós melenaza.