"Yo tengo energía y cuando no la he tenido sé lo espantoso que es no tener energía. Tuve un momento de crisis. La mochila se va llenando sin que te percates y llega un momento que el cerebro deja de tener la química que necesita. No sabes lo que pasa pero se te saltan las lágrimas de forma inesperada, no duermes, no tienes fuerza, todo te parece imposible... yo llegué a pensar que jamás podría hacer una entrevista", ha empezado contando la periodista, que también ha confesado que esa primera crisis la vivió tras su ruptura con Carlos.
Asimismo también ha contado que ha hecho más de 3.000 entrevistas y que le resulta imposible quedarse únicamente con una de ellas, confesado que "me han amenazado y me han hecho regalos para que actuara de una manera o de otra y los he devuelto siempre". Esos regalos nunca eran dinero pero "sí joyas".
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Asimismo también ha asegurado que ahora está feliz con la literatura y "de momento no voy a volver a 'Gran Hermano'", llegando a contar que la televisión le ha agotado y que llegaba al plató de 'GH 16' "de milagro, de milagro real. Llegaba al plató y entraba en calor y bien, y no me acordaba de que estaba mal y lloraba todos los días. Ni yo misma me reconocía. Cuando estuve mal en 'GH', el 15 y el 16, llegaba como si no me hubiera pasado nada en toda la semana. Luego volvías a casa y pagabas una factura altísima y volvías otra vez a estar fatal, miedo, no dormir,... La gente tiene que saber que en el cerebro hay una química y si te pasas de rosca creyendo que puedes, sin dormir suficiente, comiendo mal, trabajando más allá, un buen día te vienes abajo. Es como si te hubieras quedado sin batería y piensas que nunca te vas a recuperar, pero te recuperas. Yo lo he visto tan negro tan negro que hubo un momento que pensé que prefería morirme a seguir así. Entendí el hecho en sí de los que deciden quitarse la vida. Por eso decidí no hacer más 'Gran Hermano'".