La noticia cayó como un jarro de agua fría para todo el mundo pero Mayte García aún habiendo aguantado con entereza, junto con su marido, aquel fatídico episodio, ha adquirido la fuerza necesaria para seguir adelante y ver aquello como un aprendizaje tanto en su vida personal como en su vida familiar.
"Era un sabio por todo lo que nos enseñaba. No pudo hablar pero su mirada era muy especial. No tenía miedo a nada, como si supiera cuál era su final y quisiera enseñarnos el significado de la vida. Hasta el ultimo momento me miró con paz, nos enseño el verdadero significado de la vida", confesaba tranquila.
La fe cristiana es su gran soporte
La madre del pequeño Santi Cañizares se ha apoyado en la fe cristiana alegando que su hijo es su ángel. "Dios le da las peores guerras a los que pueden superarlas. No tengo miedo a la muerte porque me va a recibir mi hijo", seguía confesando. Para ella una de las cosas más duras fue la despedida ya que le tenía pánico a ese momento porque significaba el fin.