"Mi madre está un poco delicada"
Aunque este acontecimiento no es más que motivo de felicidad, la futura novia reconoce que en su madre es un momento de inquietud: "Mi madre siempre ha estado muy pendiente de mí porque he pasado una época realmente complicada de mi vida pero eso ya es pasado. Ahora que ya ha visto que voy bien es cuando a ella le da el bajón", reconoce. La gran preocupación de Belén Esteban ahora mismo es devolverle a su madre todo lo bueno que hizo por ella, siendo la gran protagonista en el día de su boda.
"Mi madre no es muy mayor, va a hacer ahora 75 años, pero está un poco delicada, es cosa de la edad", empieza a explicar con una voz rota que intenta contener las ganas de echarse a llorar: "Ahora está muy nerviosa y muy ilusionada". Verse de nuevo vestida de blanco y pasando por el altar con el hombre que la ha hecho tan feliz estos últimos años es una gran alegría no solo para ella. Belén Esteban por su familia mata y el mayor deseo para su gran día no es para ella, es para su madre: "Lo único que pido es el que el 22 de junio mi madre esté bien, par que me vea casarme y para que mi madre tenga un día para maravilloso: que baile, que esté con la familia, que esté con mis amigos", que además "vaya guapa no, lo siguiente, y que ese día esté contenta de ver a su hija", dice una Belén Esteban rota de emoción.