Fue en 2014 cuando se abrió en el Juzgado de lo Penal número 3 de Alcalá de Henares (Madrid) una causa en la que Belén Esteban denunciaba a un amigo de su ahora exmarido, Fran Álvarez, por espiar conversaciones privadas de la pareja a través del teléfono móvil entre 2011 y 2012. Grabaciones las cuales fueron ofrecidas a varios medios a cambio de cuantiosas cantidades de dinero. Ahora, 4 años más tarde por fin había llegado el día del juicio en un momento donde las cosas no pueden estar más cambiadas a cuando se puso la denuncia.
Sus dos grandes apoyos en el momento de los hechos, Toño Sanchís y Fran Álvarez, testificaron a su favor reconociendo la existencia de estas grabaciones. Ahora se ven obligados a favoreces a la de San Blas a pesar de tener con ella más una enemistad que una amistad. Y aún que la propia Belén Esteban llegó al juicio segura de que se le iba a dar la razón (de ganar juicios sabe bien, si no que se lo digan a Toño Sanchís) pero no contó con los posibles contratiempos que podrían interponerse en su camino.
Y esos contratiempos era precisamente dos viejos conocidos de la acusación: Kiko Hernández y Kiko Matamoros. El primero, cuando consiguió llegar hasta el juzgado, ya era demasiado tarde para declarar. Este declaró ante los medios allí presentes que " Se ha roto el coche ". Pero peor fue el del segundo que, según declaró el otro compañero: " Tampoco vino Matamoros que se quedó dormido ", bromeaba. Y así fue, el exmarido de Makoke reconoció a la revista Semana que "pasé muy mala noche y se me olvidó". No obstante y consciente del error, tampoco dudó en reconocer que " la verdad es que me importa un carajo si le ha molestado ",aseguró.
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Y es que mucho han cambiado las cosas para Belén Esteban desde aquel 2014. Dos de sus grandes apoyos, Fran Álvarez y Toño Sanchís, ahora mismo no se encuentran de su lado. Igual que Kiko Matamoros, quien tras varios años de duros enfrentamientos en los platós ha hecho que la relación con su compañera no esté precisamente bien. No obstante, la principal protagonista reconoció ante las cámaras de 'Socialté' que "estoy deseando que se celebre para terminar ya con todo esto".
Otro de los testigos del juicio, María Patiño, quiso aprovechar su programa de televisión para hacer una alegato a favor de su compañera y lanzar un mensaje a Toño Sanchís: " Los testigos tenemos la obligación de decir la verdad; y si mentimos, cometemos un delit o", decía con cierto picardía ante la posibilidad de que el exrepresentante decida cambiar su declaración para perjudicar a la que fue su amiga: "Grabar nos un delito pero hacer uso del contenido de las grabaciones, sí", zanja la presentadora.