Martiño Rivas y Andrés Velencoso han visitado el plató de 'El Hormiguero' para promocionar la serie 'Nacho', una ficción que cuenta las luces y sombras Nacho Vidal, actor y productor porno. ha sido el gallego el encargado de meterse en la piel del protagonista, un papel para el que ha tenido que prepararse a fondo.
"No es una serie porno. Es como 'Urgencias', que iba de médicos pero no sacaban colonoscopias", ha empezado a decir Pablo Motos con tono de broma. Uno de los requisitos para este papel era estar en forma lo cumplió a rajatabla: " Pasé mucha hambre. Una de las herramientas para construir este personaje era apartarme del catering. La dieta era cafeína, uñas y nicotina", ha dicho un poco resignado.
Mientras Velencoso ha dado vida a Toni Roca, también perteneciente a la misma industrial que Vidal, y del mismo modo para él ha sido complicado. Los dos actores han hablado sin tapujos sobre cómo han grabado las escenas más subidas de tono. "Nos ponen un calcetín que lleva una especie de goma y hasta que alcanzas la presión exacta es complicado, porque si aprietas mucho se te pinza un nervio, y si aprietas poco tiene el peligro de desprenderse. Era como nuestras escenas de acción". Para ellos es la parte más complicada y quizás violenta, si bien es cierto, poco a poco se fueron adaptando.
Una de las cosas que han revelado es que todo está medido al detalle: " Todo estaba coreografiado. Cada escena de sexo tenía una historia. Cada una tenía que aportar algo a la historia. Era como una baile, no es lo mismo cuando se acostaban en la intimidad que cuando se acostaban grabando ", han contado. Velencoso considera que esta serie sirve para dar un paso más allá, para humanizarles y pensar que para ellos solo era un trabajo igua l.
Su 'culogate'
Martiño Rivas ha querido contar una de las anécdotas del set de rodaje, sobre todo en relación al aspecto en concreto que tenía que tener para parecerse a Vidal. El bronceado era imprescindible, pero una parte de su cuerpo, en concreto el culo, no tenía demasiado colorcito, y así se lo hicieron saber. Como se encontraban en Ibiza durante el rodaje, pensó en ponerse un tanga para broncearse, algo que él ha denominado como 'culogate', pero se le fue de las manos. Él se hizo el loco, pero en el equipo se dieron cuenta de inmediato. "Se veía la marca y era todavía más evidente", ha contado, y entre risas ha añadido sobre sus compis de producción: "Conocían más mi culo que el de sus parejas".