"Nunca he visitado su tumba, no he sido capaz. Me dieron opción de hacerlo pero no. Ya me bastó verla morir porque estaba yo con ella. El médico le tapó la cara con la sábana y yo le grite:'¡No tapes a mi hermana!' Todos los días me acuerdo de ella y me regaña, me dice: 'Ya estás otra vez metiéndote en polémicas'. Me llama bocachancla", confiesa sonriendo la intérprete de 'Desesperada'.
Para la cantante, la perdida de su padre también fue un duro golpe. "Mi padre tenía un problema crónico de corazón, no podía ver ni un partido de fútbol. Eramos niñas muy buenas, muy disciplinadas y educadas, pero a partir de los 16 años me volví más rebelde y le hacia llorar, era impresionantemente sensible y frágil. Siempre me acuerdo de él, tengo su foto en la mesilla y le pido perdón".
Su madre, su gran pilar
Una de las personas más inspiradoras para Marta Sánchez es su madre. "Mi madre no ha perdido la sonrisa, que se me pegue algo de ella, reconozco que a veces soy una de las personas más privilegiadas de este planeta, no me puedo quejar de nada, pero tengo ese carácter gruñón de tauro, a veces no digo las cosas con el cariño que debería a mi gente, pero se pedir perdón, pido perdón al minuto. La gente me ve como una diva, distante, fría, pero es una coraza, soy súper amiga de mis amigas, tampoco sé hasta que punto me gustaría gustar a todo el mundo", explica la madrileña.