Marieta y Álex se han convertido en los protagonistas de 'La isla de las tentaciones 7' después de decidir que su relación no iba demasiado bien y que iban a dar rienda suelta a la pasión. La primera en caer en la tentación fue Marieta, quien no dudó a la hora de dejarse llevar pero, nada más ver que se había metido bajo las sábanas con su tentador, Álex decidió hacer lo propio teniendo sexo con su tentadora Gabriela.
Pues bien, ahora Marieta ha visto estas imágenes y ha reaccionado como ya nos tiene acostumbrados: "Es que le está dando lo que yo no le doy. Guarreo. Es que es eso. A mí no se me ve así. Tenemos momentos puntuales porque somos personas. No le he visto todavía sentado en el sofá teniendo una conversación. Yo me he dejado llevar porque me entiendo con la mirada, es una persona que me cuida, no estamos todo el día guarreando. Sergio me escucha y me cuida ", se excusaba.
Tras ver las imágenes del momento en sí decía: "Qué vergüenza. No te puedo ni mirar a la cara. Que esto lo va a ver la gente, qué vergüenza. Es que no ha ido ni despacito. Es un facilón. Me quedo loca. Y yo parándome. Yo no me he puesto ahí a guarrear delante de todos. Yo si he tenido que guarrear lo he hecho en mi cama y encima lo he hecho poco. Le ha echado el mismo polvo que a mí. Ni ha innovado. Yo con Sergio sí".
La noche intensa
La noche siguiente al ver las imágenes, Marieta decidió que era momento de dar un paso más en su relación con Sergio: "Entonces hoy no nos besamos ni nada, ¿no? Pero ni para hacer el amor ni nada, ¿eh?". Sergio le respondía: "¿Tú crees que tú y yo vamos a hacer el amor?", a lo que Marieta le respondía: "¿No vamos a hacer el amor? Nuestra primera vez oficial".
Tras esto, en mitad de la fiesta Marieta cogía a Sergio y le decía: "Vamos al cuarto. Creo que es el momento perfecto, ya te lo digo yo". "Ahora salimos y seguimos la fiesta. Vamos a hacer el amor. Yo quiero hacer el amor", le decía una vez se metían a la habitación. El momento más hot de la edición lo han protagonizado ellos sin ninguna duda, pues los gemidos de Marieta llegaron a interrumpir incluso la fiesta: "Ay, que me quedo ciega", decía entre gemidos. Sin duda, parecen haber congeniado de maravilla.