Despertaba mucha atención entre los colaboradores, por ejemplo, cómo estaba asimilando la sinceridad y exposición de Terelu Campos en el programa o cómo se seguía desarrollando su relación con el humorista, con el que ya lleva años de relación.
¿Cómo han encajado las críticas?
Uno de los aspectos que más se han comentado es si las Campos serían capaces de asimilar las críticas, y los halagos, que estaban recibiendo ante tal exposición mediática. María Teresa comentaba al respecto que "cuando son críticas de periodistas, hay que aceptarlo. Sales y esta va en el precio".
De hecho, en lo que más tajante se mostró a lo largo de toda la entrevista fue en este aspecto. La periodista comentaba que "hablando en general, lo que no se puede hacer es lanzar bulos. Tengo amor propio en aquellas cosas que me parecen injustas". Su trayectoria profesional ha hecho que vea la profesión así: "Antes de tirar la piedra, hay que contrastarla. Respeto al que lo vea de otra manera, pero no se pueden lanzar cosas que puedan hacer daño a alguien".
La imagen de Terelu tras el docu-reality
Con su hija de su lado, solo quedan las mejores percepciones al respecto. Para María Teresa, la oportunidad que han tenido en Telecinco "potenciará a Terelu, ya lo ha hecho. Como profesional del medio, esto no lo necesita".
En lo que respecta al tratamiento que ha recibido a lo largo de su trayectoria lo tiene claro. Para ella "me siento, incluso, privilegiada del trato". Ya con respecto a su hija la cosa varía: "Terelu por unos sí y otros no. Siempre me he sentido orgullosa de mi hija y su profesionalidad".
El tema de las exclusivas
Indagando un poco más en María Teresa Campos, los colaboradores quisieron saber cómo se enfrentaba a las exclusivas, si las cobraba o no. Rauda y veloz, comentó que "no he cobrado por ninguna entrevista, porque no me ha dado la gana". Un hecho que le ha llevado a plantearse alguna vez "si no he estado toda la vida haciendo el indio".
Lo que sí tiene seguro, y cada vez más, es el cariño que tiene y mantiene por su actual pareja, Edmundo. Para él solo quedan palabras bonitas y miradas cómplices: "Con él ha entrado la alegría a la casa, esa es la frase".