Parece ser que María Teresa Campos está viviendo en sus propias carnes lo que muchas celebrities han vivido desde que los medios de comunicación se interesan por sus vidas. La que fue reina de las mañanas televisivas ha estallado contra los medios de comunicación al ser perseguida entrando a una clínica de salud para saber como está tras la desagradable situación que vivió la menor de sus dos hijas, Carmen Borrego, a quien le asaltaron su casa y sobre las declaraciones de la posible crisis de su relación con Edmundo Arrocet.
La matriarca de las Campos sin mirar a las cámaras ha lanzado un " ¡Iros ya! " a la prensa como si de un grito desesperado por poder respirar tranquilidad se tratase. La familia Campos no está pasando por un buen momento ya que tanto madre como hijas deben hacer frente a problemas tanto profesionales como personales.
María Teresa Campos mandando marchar a la prensa | Telecinco.esTerelu Campos, la hija mayor del clan, tampoco pasa por un buen momento. Tras enfrentarse a una doble mastectomía, el tener que vender su casa y abandonar el programa donde trabajó durante 9 años, 'Sálvame', la periodista se encuentra un poco perdida sin saber que rumbo coger y mucho más importante, sin saber en quien poder confiar.
María Teresa Campos, Bigote Arrocet, Terelu Campos y Carmen Borrego en Chile en 'Las Campos'A este historial de negatividad se sumaría su hermana pequeña y su madre quienes atraviesan un bache bastante gordo. Carmen Borrego sufrió a finales de agosto de 2019 un robo en su casa donde le quitaron aparatos tanto electrónicos como joyas valoradas en más de 50.000 euros. Su madre, por el contrario, tiene que hacer frente a las declaraciones dadas por una amante de Arrocet la cual admite que ha estado en casa de la periodista con la pareja de esta sin que ella estuviera presente.
No todas están afectadas
Parece ser que la segunda generación del clan Campos no se ve afectada por esa negatividad. Los hijos de Carmen Borrego se mantiene al margen de ser el centro de atención. Su prima Alejandra Rubio, aunque intenta pasar desapercibida en menor medida, no pudo evitar dar una entrevista con su madre donde confesaba que sus problemas, más físicos, eran que muchas personas la llamaban gótica y pensaban que tenía la cara operada, cosa que desmintió y dejó claro que no le afectaba.
