"Fue un poco estresante. Primero me entero de que estoy embarazada, cosa que siempre me ha hecho una ilusión tremenda. Siempre lo he querido y era algo que deseaba desde que era pequeña. Y súper feliz. Pero en ese momento empiezo a tener síntomas muy raros. Me dicen que es escleroris múltiple, que lo tiene mi madre desde hace más de 20 años. A los ocho días me dicen que tengo esclerosis... y todo esto encerrada tres meses en casa, sin ver a familia, sin ver a nadie. Fue un momento de altibajos", ha dicho sobre cómo asumió el diagnóstico de una enfermedad sin cura.
En cuanto a la enfermedad, ha dicho: "Es para toda la vida, pero es terreno conocido", puesto que sabe cómo le ha ido sentando a su madre, no obstante, cada cuerpo es un mundo y esta enfermedad puede evolucionar de muchas maneras. "Si te soy sincera pensé 'menos mal'. Fue respirar. Prefiero una esclerosis, que es algo que he vivido toda mi vida. Siempre que me pasa algo me pongo en lo peor: un tumor, un cáncer. No he tenido ningún familiar que haya vivido eso. Cuando me dijeron que era esclerosis pensé: 'casa'. Sé cómo es, sé cómo se vive, sé que hay muchísimos avances y estoy en casa. Sé lo que hay. Obviamente es algo que nunca quieres porque es algo para toda la vida. No te mueres de ella, pero te mueres con ella. No hay una cura. Pero es una enfermedad que en ese momento pensé: 'Qué afortunada porque no es nada que no conozca. Es para toda la vida, pero es terreno conocido", ha dicho sobre cómo lo asumió todo, siendo consciente de las características de esta enfermedad degenerativa.
Pero a pesar de que esté viviendo este momento bastante duro en su vida, la ilusión lo puede todo, y así ha contado cómo está viviendo su embarazo: "Estoy de siete meses y estoy estupenda. A veces siento contracciones que se te pone la tripa dura y no puedes moverte. Como cuando se te sube el gemelo y tienes que masajearte un gemelo para que baje»". Será a finales de diciembre cuando verá la carita de su bebé por primera vez y se llamará Martín.
En cuanto a su profesión, ha revelado algunos datos desconocidos e impresionantes, como que tiene un equipo de unas 16 personas teniendo en cuenta que tiene un asesor, un fotógrafo, maquillador, videógrafo... La instagramer cuenta con más de un millón y medio de seguidores, algo que para ella significa tener mucha visibilidad. "Me ven unas 700.000 personas al día", ha dicho, dejando claro que está encantada con su trabajo.
Su trabajo en las redes, todo un mundo
Y las redes sociales se han convertido en su refugio en los peores momentos, aunque también ha tenido que lidiar con los haters, con amenazas de muerte e insultos, uno de los motivos por los que decidió ir al psiquiatra. "Tienes que generar contenido periódicamente porque esperan eso de ti, pero también te apetece. Incluso en los días malos me apoyo en mis seguidores. Y me he sentido mejor». Es una rueda que no puede parar: «Hay que generar contenido 24 horas y no hay descanso. Si no se te ocurre nada pones fotos de inspiración. Tienes que aparecer por narices», ha añadido.