Cuando sabía que estaba a punto de conectar en directo con Kiko Matamoros, sus lágrimas no podían parar de descender por su mesilla, y es que es bien sabido que es muy sensible y se emociona con facilidad.
El ya excolaborador de 'Sálvame' contó que tras su entrevista en 'Sábado Deluxe' recibió muchas llamadas tanto de compañeros como de amigos: "El primero que me llamó fue Kiko Hernández. Fue una llamada muy positiva y yo se la agradecí. Mis hijos me enviaron mensajes antes del programa y después. Laura estaba en una boda y me escribió ya de madrugada. Y mi hija pequeña también".
Una despedida agridulce
Además, Patiño quiso saber cómo se encontraba su amigo tras una marcha tan inesperada, a lo que él contestó: "Sí, me sentía nostálgico. Cuando ayer venía para casa, me sentía raro. Me costó mucho dormir, estaba tocado. No ha sido fácil ni tomar la decisión ni irme. Y me voy con un pellizco dentro. La verdad es que me voy con pena, pero también con esperanza". Entre bromas, María Patiño quiso transmitirle cómo se encontraba: "Kiko, no me estás viendo, pero tengo el ojo negro del rimel", a lo que Kiko respondió: "Yo llevo gafas de sol para que no me veáis los ojos".