Si hay un adjetivo con el que bien podría definirse a Carlos Larrañaga, ese es sin duda el de seductor. El actor se convirtió junto a Arturo Fernández en el galán por excelencia de los años cincuenta y sesenta, lo que acompañado de su conocido éxito con las mujeres hicieron de Larrañaga toda una leyenda del cine español. A pesar de que durante algún tiempo mantuviera un romance con la mismísima Ava Gardner y otras exuberantes y famosísimas actrices, finalmente fue María Luisa Merlo la que logró que el actor sentara la cabeza a su manera.
Ahora bien, en su relación no era oro todo lo que relucía, tal y como la propia Merlo ha contado en numerosas ocasiones y en esta ocasión la también actriz ha elegido el plató de 'Lazos de sangre' para recordar la etapa personal más camaleónica de su vida. "Carlos era tan divertido cuando quería, no sabías si iba a estar encantador o iba a romper la casa a puñetazos, pero de él nunca recibí un mal trato", ha confesado la primera mujer de Larrañaga. Una situación insostenible que ella ha comparado divertida con "una guerra civil", motivada por las continuas infidelidades de su marido, así como por la prohibición de este a que ella trabajara.
María Luisa Merlo decidió poner fin a su vida en común con el actor quince años después de que contrajeran matrimonio y, paradójicamente desde este momento su relación se volvió mucho más cercana, hasta el punto de que entabló una bonita amistad con las posteriores mujeres de su exmarido, como Ana Diosdado o Ana Escribano, con quien el actor tuvo una hija que parece ser la única de la familia en querer adentrarse en el mundo de la interpretación.
La depresión tras su muerte
De hecho, tal era la relación tan estrecha que ambos mantenían que cuando en 2012 él enferma, el ya exmatrimonio estaba metido de lleno en los ensayos de la que iba ser su vuelta conjunta a los escenarios. "Él me dijo que se encontraba mal", ha recordado Merlo, tras lo que se trasladó con él al hospital para acompañarle en su recuperación. Desafortunadamente, lo que en un principio parecía un crisis pasajera derivada del cáncer que padecía, terminó por quitarle vida, aunque para su exmujer, el actor parecía no tener el ánimo suficiente para seguir viviendo.
La gravedad de su pronóstico cayó como un jarro de agua fría para todos los miembros de la familia. Mientras que Luis Merlo ha recordado el dolor tan profundo para el que todavía hoy no ha encontrado palabras que lo verbalicen, su madre se vio afectada por una profunda depresión. "Llegó un momento en el que me rompí las dos rodillas cuando él murió porque yo le quería mucho", ha contado visiblemente emocionada la actriz, quien tampoco ha dudado en afirmar que ella fue y será el gran amor de Carlos Larrañaga.