La actriz María Lapiedra se ha sentado en el plató de 'Sábado Deluxe' dispuesta a dinamitar de una vez por todas la relación con su todavía marido, Mark Hamilton. Pese a su separación, todavía no han firmado el divorcio y el asunto se avecina muy complicado a la luz de las sorprendentes revelaciones de la catalana.
Lapiedra asegura que se ve obligada a compartir la residencia familiar con su expareja, ya que éste " no tiene un duro " y acude allí cada dos por tres con la excusa de cuidar a las dos hijas que tienen en común. Sin embargo, estos cuidados no surgen de manera espontánea o altruista, sino que, según la catalana, se ve obligada a pagar a Hamilton.
" Yo no quería dejar a mis niñas con una desconocida, así que le dije que le pagaba a él un sueldo de niñera a cambio de que las cuidase ". Esta idea se materializó en un contrato firmado por ambos y con una cantidad fijada de 1.400 euros. No es la única cantidad que la concursante de 'Supervivientes' concede a su expareja, ya que asegura que para poder verse a solas con Gustavo González y evitar que aparezca su marido se ve obligada a pagarle 50 euros.
Mark lleva a sus hijas al psicólogo a escondidas
Aparte de estas sorprendentes declaraciones, María Lapiedra no pudo evitar las lágrimas de rabia al narrar cómo, pese a todo lo que hace por él, Mark Hamilton está empeñado en poner a sus hijas en su contra. Para ello ha desvelado que su expareja llevó a las niñas a una psicóloga mientras ella concursaba en 'Supervivientes': " Las niñas decían que yo no estaba como si las hubiese abandonado, cuando en realidad estaba trabajando ".
Precisamente a raíz de su participación en el concurso, Lapiedra culpa a su expareja de su abandono porque supuestamente él le habría prohibido el contacto con sus hijas: " Me fui a 'Supervivientes' y pedí 1.000 veces que me pudieran felicitar, un audio, un dibujo... Incluso Francisco ha recibido un dibujo de los nietos de Paca y yo de mi propia hija el día de mi cumpleaños no pude".