Según ella misma ha declarado: "No he tenido la sensación de que me podía morir. Después de la muerte hay otro cachondeo. Esto no acaba aquí". La que fuera mujer de Pepe Sancho se ha mostrado con un gran sentido del humor. A pesar de su positivismo, María Jiménez no ha querido faltar a la verdad y también ha reconocido que llegó al hospital medio muerta pero ha resucitado.
Pero el testimonio más duro ha venido cuando esta ha contado cómo lo pasaron sus familiares, quienes pensaban que la perdían. La artista ha confesado: "Mi hijo estaba hecho polvo al pensar que yo me moría. Cuando desperté del coma me encontré a mi hijo y a mi hermana llorando". Una de las piezas claves que ha estado acompañándola durante esos duros momentos ha sido su hijo Alejandro, quien ha sido el encargado de informar a la prensa sobre la evolución de su madre.
María Jiménez, muy positiva tras su achaque
La cantante ha sabido sacar lo positivo de esta mala racha y ha declarado que gracias a la enfermedad ha podido estar con gente que hacía mucho tiempo que no la veía. Con su gran sentido del humor y su sonrisa permanente, María Jiménez ha hecho alarde de la rápida recuperación que ha realizado después de estar dos meses hospitalizada, aunque también ha confesado que aún tiene problemas para andar: "Tengo un hormigueo en la pierna".