ENTREVISTA BEKIA

María Galiana: "No quiero que Herminia se modernice en 'Cuéntame cómo pasó'"

La abuela más querida y famosa de la televisión actual en nuestro país señala que su personaje no debe cambiar y que no tiene nada que ver con Herminia ni con la familia Alcántara.

Guillermo Álvarez Corrales 25 Septiembre 2011 en Bekia

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A sus 76 años, María Galiana rebosa vitalidad, energía y profesionalidad. La actriz sevillana continúa en televisión con la exitosa serie 'Cuéntame cómo pasó', que tras 10 años en antena y 13 temporadas sigue arransando y liderando la noche de los jueves.

La que fuera profesora de Historia del Arte y una entregada madre que confiesa que nunca fue ama de casa se ha convertido en una brillante actriz que brilla con luz propia y que ha tocado con maestría cine, teatro y televisión. Simpática y cercana, María Galiana concedió una entrevista a Bekia para hablar sobre su papel de Herminia en 'Cuéntame cómo pasó' y sobre su intensa vida.

Bekia: ¿Qué le espera a Herminia en la nueva temporada de 'Cuéntame cómo pasó'?

María Galiana: Herminia, la pobre, va a pasar por unos momentos difíciles. Hasta ahora un primer disgusto con su hija, que no desvelo pero ahí está... unas escenas un tanto dramáticas que ya hemos grabado. Luego más adelante por lo que he leído en capítulos que todavía no se han grabado, pues también va a tener algún disgusto gordo. Más adelante, espero, que se vaya solucionando, porque los actores conocemos la biblia en rasgos generales, pero no sabemos exactamente qué es lo que va a ocurrir en la trama en la que participamos, sino que según nos van dando los guiones vamos descubriendo lo que le va a pasar a nuestro personaje.

B: Entonces Herminia va a seguir sufriendo por su familia, que es lo que lleva haciendo desde el principio de la serie...

M.G.: Claro. Normalmente los personajes de 'Cuéntame cómo pasó' son siempre pretextos para contar lo que estaba ocurriendo en el país en ese momento. La protagonista de la serie es la familia, sí, pero no son los avatares de esa familia, son las cosas que están ocurriendo en España a través de una familia; hay una diferencia de matiz muy importante. Las tramas clave, que son las de la pareja constitutiva del matrimonio, Antonio Alcántara y su esposa, su familia va viviendo lo que está pasando en España, entonces un personaje como la abuela cambia poco, porque realmente no tiene trama específica, es simplemente estar ahí, el sufrir pensando que le pueden llevar a una residencia o no, el intentar por todos los medios servir a los demás, demostrar que es útil y el ir capeando el temporal, pero bueno, ella no es más que esa referencia.

B: ¿Es por eso que parece que a los Alcántara les ocurre de todo?

M.G.: A los Alcántara les tiene que ocurrir de todo porque en caso contrario sería una serie muy monocorde, entonces los guionistas intentan que haya un interés, un interés concreto en cada temporada respecto a esa familia, porque sino serían las cosas que pasan y la familia como espectadora y no, la familia es protagonista de las cosas que van ocurriendo; y la familia pasa por momentos más dulces, menos dulces, más críticos, en el sentido de que aguantan mejor o peor la crisis... y claro, no tienen más remedio que involucrarse en una serie de circunstancias cambiantes. No se puede hacer, como en alguna ocasión yo he dicho, la historia de una pareja como podría ser la mía personal con mi marido, con cinco hijos, que éramos dos profesores, uno de universidad y otro de bachillerato con cinco hijos para adelante que realmente tampoco pasó nada. Más adelante en los ochenta se murieron nuestros padres, etcétera, pero entiéndeme, que a esta familia tienen que ocurrirle cosas, a Antonio Alcántara tienen que ocurrirle cosas, tiene que pasar por crisis diferentes, y eso es lo que ocurre. Por eso hay tantas vicisitudes, porque si esto no pasase sería absolutamente monótona.

B: Cuando era profesora, ¿se imaginaba que llegaría tan alto a nivel interpretativo?

M.G.: En absoluto. De ninguna manera. Esto para mí es una cosa que ni siquiera me lo planteo. Ha habido veces que yo le he dicho a mis hijos "si esto me hubiera ocurrido hace unos años, ¿qué hubiéramos hecho? ¿hasta qué punto nuestras vidas hubieran cambiado? ¿Viviríamos en la misma casa que vivimos o nos hubiéramos trasladado de barrio?. Yo vendí un chalé viejo en Heliópolis que teníamos porque realmente no teníamos posibilidades de rehabilitarlo por la cantidad de dinero que nos pedían, entonces fue mejor para nosotros venderlo y comprar una casita nueva, que nos la hicieron en un solar; pero yo pienso "si hubiéramos estado en el chalé ahora, que estoy trabajando en televisión, que tengo unos ingresos extras, que no es el sueldo de profesora, pues a lo mejor seguiría viviendo allí". A lo mejor hubiéramos mi marido y yo iniciado, desgraciadamente para mí murió en 2008, una serie de viajes que nunca pudimos hacer al extranjero, porque como padres de cinco hijos que éramos, por muchos dos sueldos de profesores que tuviéramos, ni veraneo, ni coche nuevo flamante... teníamos un coche de segunda mano casi siempre, íbamos a la playa a pasar un día... a veces nos íbamos a casa de amigos, al chalé de una cuñada mía que me invitaba, pero el plan de vida era muy diferente... así que no sé qué hubiera sido, no sé qué hubiera pasado...

B: Como madre de cinco hijos ¿se identifica con el personaje de Herminia?

M.G.: De Herminia no. No, porque yo no soy una abuela al uso. Como he sido siempre trabajadora fuera de la casa, he tenido siempre ayuda, entonces a pesar de que ganábamos poco nuestras necesidades no eran como las de ahora, que en las casas hay dos coches, y que todo el mundo se ha comprado el piso... Nosotros nos compramos ese chalé viejo a los 20 años de casarnos, y porque costaba muy poco, y siempre sin embargo, tuvimos chica en casa que cuidaba a los niños, que nos ayudaba, que les acostaba, que les levantaba... siempre tuvimos posibilidades de los niños en los colegios. Yo nunca fui lo que se dice ama de casa; he sido muy buena cocinera, me he preocupado del gobierno de la casa, he hecho la compra... pero a mí nunca me habrás visto fregando ni limpiando y esas cosas. No tengo nada que ver con los Alcántara.

B: ¿Le dicen por la calle que les recuerda a su madre o a su abuela por su papel de Herminia?

M.G.: Sí, todo el mundo me dice que le recuerdo a su abuela, que es igual igual, que me ven porque soy igual que una tía que tuvo, o que su suegra con la que vivía, o que una madre también; las personas mayores me localizan con su madre... eso me enorgullece profundamente, me envanece, me pone la vanidad por las nubes, porque eso significa que de alguna manera yo estoy dando un prototipo, un 'universal abuela' que corresponde a muchos particulares, luego de alguna manera he cogido una esencia 'abuelil', que no es una sola estereotipada. En ese sentido estoy muy contenta, francamente, porque debo estarlo haciendo muy bien cuando llego a la gente tan diversa y tan distinta, porque no me puedo parecer a todas las abuelas, que hay gente que me dice que hasta físicamente se me parece, que eso no es posible; está claro que a través de mí la ven, y eso es fantástico.

B: ¿Se modernizará Herminia?

M.G.: No quiero que se modernice. No quiero pasar de ser la vieja de pueblo que ha llegado, que ya bastante ha hecho con peinarse un poco más a la moda, más cardadita y con el moño más mono. No quiero que pase de ser esa mujer de pueblo a una más o menos urbanita, a la típica señora de barrio con la permanente, que sería el paso siguiente, la adaptación a vivir en un barrio. Por eso no quiero, porque eso es otro personaje.

B: ¿Volverá el personaje de Alfredo, el entrañable amigo de Herminia?

M.G.: Ahí estamos. Ya veremos lo que pasará...

B: ¿Pero le gustaría que volviera?

M.G.: A mí me gustaría mucho, pero estamos en 'stand by'. Le han mandado a una residencia a Murcia sus hijos, porque en principio los guionistas no tenían pensado para él otras tramas, lo que pasa siempre, que tienen que entrar y salir personajes, y ahí estamos.

B: ¿Tiene más proyectos a las vista además de la serie?

M.G.: No, ahora mismo no. He estado dos años, desde 2009 hasta marzo de 2011, haciendo teatro y me he agotado profundamente. Lo he hecho y he podido, pero los fines de semana en vez de descansar, porque grabamos 'Cuéntame' de lunes a viernes y me han tenido una consideración extraordinaria porque la mayoría de los viernes no he tenido que grabar y me he ido los jueves para poner la función de 'Fugadas' viernes, sábado y domingo, y el domingo he venido corriendo por la noche para otra vez volver a grabar el lunes... eso durante dos años es terrible. Yo por lo menos creo que no lo voy a volver a hacer. Mi futuro, como el de cualquier actriz mayor, mientras tenga salud y esté bien, será el teatro evidentemente, porque no es fácil encontrar papeles ya en cine para una persona de mi edad, y menos en España, pero ese teatro lo dejo para cuando termine la televisión.

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