Durante la entrevista, era inevitable que el nombre de Valentino Rossi saliera a relucir, y Márquez explicó a su manera cómo han llegado a ser enemigos íntimos. "Con los pilotos que te estás jugando el pan no pueden ser tus amigos. Los amigos son otra cosa, con los que compartes todo, pero sí puedes tener una buena relación. Con Rossi se rompió la relación como en todas las buenas historias de amor. Estábamos bailando salsa y nos pisamos los pies", apuntó en tono de broma.
Con quien sí parece llevarse bastante bien es con su nuevo compañero de Honda, Jorge Lorenzo, aunque eso no quita que la competencia entre ellos siga estando muy presente: "Lorenzo y yo seremos dos gallos en el mismo corral. Honda debe tener dos pilotos capaces de lograr el Mundial y si Jorge me gana, chapeau". Fue entonces cuando, de la boca del catalán, salió un comentario de lo más desafortunado: "Tenemos una buena relación profesional, pero en la pista, maricón el último".
La importancia del lenguaje
Lo que a priori puede parecer una expresión sin importancia, en realidad no hace otra cosa que reforzar viejas ideas que, por fortuna, ya se han quedado anticuadas. Desde la polémica de "mariconez" en 'Operación Triunfo 2018', quedó bastante claro que los tiempos están cambiando y que las nuevas generaciones deben replantearse su forma de comunicarse para eliminar de su vocabulario antiguas expresiones machistas, racistas, xenófobas u homófobas que no tienen cabida en la sociedad actual. Lejos de corregirse o pedir disculpas, la entrevista continuó como si nada hubiera pasado, sin ser consciente Márquez que de su boca había salido una palabra que, durante años, ha causado tanto dolor a muchas personas.