Dicho todo esto, ambos volvieron a sus respectivas villas y hablaron de sus sensaciones. Lydia les contó a sus compañeros que tuvo que mantenerse firme para darle a conocer todos sus sentimientos a Manuel, al que vio mal. Por su parte, su novio se quedó anonadado y vio peligrar su relación. Por ello, decidió tomar acción en el asunto y tener una íntima conversación con Miriam, su tentadora favorita, para poner distancia de por medio entre ellos dos.
"Estoy muy jodido", comenzó sincerándose con su soltera más cercana. "Me encanta conocerte, pero sé que si sigo va a llegar el día que vea a Lydia y me voy a sentir culpable", le explicó a Miriam Herrero en los jardines de Villa Playa. "Tampoco estás haciendo nada malo. Te estás poniendo a prueba sin perderle el respeto a nadie", dio su punto de vista la tentadora. Sin embargo, él ya había tomado una decisión: "Yo no soy así".
Manuel toma cartas en el asunto
"Quiero ver qué pasa, porque hoy he visto que mi relación está en peligro y que no me quería", expresó apenado el alicantino, y prosiguió: "La esperaba enfadada, pero se ha pasado tres pueblos". "No sé lo que ella estará haciendo, pero dijiste que también jugaba a juegos y eso son faltas de respeto", cargó Miriam contra Lydia.
La conversación, poco a poco, fue tomando un tono más cariñoso: "No te mereces que esté así contigo, un rato sí y un rato no. Te mereces lo mejor. Me duele poder hacerte sentir mal", continuó diciéndole Manuel a la soltera, ante lo que ella negó firmemente. "Piensas en ella y no en ti", le expresó ella analizando la situación. Él le respondió: "Yo quiero hacer las cosas bien y en su momento. La quiero, y eso no va a cambiar de la noche a la mañana, pero ella también tiene que demostrarme a mí", reveló consciente de que estaba eligiendo su relación por encima de su bienestar en Villa Playa. Finalmente, se dieron un abrazo y sellaron su amistad por encima de la tentación.