El inesperado romance entre Adara Molinero y Bosco Martínez-Bordiu en la recta final de 'Supervivientes 2023' no fue el único que tuvo lugar en Honduras. Manuel Cortés y Katerina Safarova también vieron el uno en el otro algo más que una amistad ya en la preconvivencia y así se mantuvo en el tiempo, aunque evitando que las cámaras fueran testigo de muchas cosas. Ambos se volvieron a España en semanas diferentes y una vez aquí confesaron que les gustaría seguía conociéndose ya en el mundo real para ver que si su relación realmente funciona.
Ahora, casi un mes desde que la pareja se reencontró en España, han vuelto a aparecer juntos en eses mismo plató con motivo del debate final de 'Supervivientes 2023' tras tener lugar la gran final en la que Bosco se hizo con el cotizado premio, los 200.000 euros. Ahora era ya el momento de saldar las cuentas pendientes para cerrar de una vez por todas este importantísimo capítulo en sus vidas.
Y durante el debate se hizo la gran pregunta: ¿Cómo está actualmente la relación entre Manuel Cortés y Katerina Safarova? Y eso mismo hizo Ion Aramendi a los dos protagonistas. Fue Manuel Cortés el que respondió por los dos. Y aunque parecía que todo estaba en orden, la cosa se fue desinflando a medida que el hijo de Raquel Bollo iba dando las explicaciones pertinentes.
"Ella tiene una vida muy diferente a la mía"
"Lo que sentí por Katerina siempre fue real. Es una chica con la que me lo pasé muy bien y me dio mucha pena que se enfrentara al principio conmigo. Por mi parte ha sido siempre real, no ha sido carpeta para engañar a nadie ", reconocía el superviviente sobre cómo empezó realmente su relación tras las cámaras del reality.
Y lo que parecía funcionar en la isla, en España no estaba yendo igual de bien: " Ella tiene una vida muy diferente a la mía. Estamos los dos ahora con nuestros trabajos y hay cosas que se dan y otras que no. A ver, no sé....", añadía el hijo de Raquel Bollo con algo de pena, pero mostrando que no había ningún resquemor con Katerina Sarafova, sentada a su lado, que se lanzaba a darle un abrazo para demostrar que se seguían llevando igual de bien.