Manu Tenorio ha acudido al 'El programa de Ana Rosa' y ha aprovechado la ocasión para conceder la primera entrevista tras el accidente que sufrió en el último tramo de verano. Su mujer Silvia Casas ha sido vital durante su recuperación ya que fue hasta fundamental en el momento exacto en el que ocurría el accidente.
El accidente se produjo cuando el cantante y su mujer llegaban de vacaciones y se dieron cuenta de que no había luz. En ese momento Tenorio salió al contador principal de la casa "Al abrirlo aquello reventó y gracias a Dios no me dio la descarga, solo me dio el fogonazo".
Manu Tenorio en una entrevista con Ana Rosa QuintanaEl incidente le ha producido quemaduras en el brazo, el antebrazo y la mano, pese al accidente Tenorio no ha perdido la sonrisa: "Ha sido un verano bonito, he tenido mis vacaciones y he tenido mucho trabajo. Pero la verdad es que el último coletazo ha sido un mazazo tremendo. Ha sido un accidente muy dramático ".
Tras salir del hospital le llenaron los brazos de grapas con 'una segunda piel'. Su recuperación ha sido muy lenta en su brazo izquierda porque tenía muchas quemaduras en él. "Te quitan los tubos y te tratan de paliar el dolor con medicamentos, pero el dolor es insufrible", ha dicho. A pesar de esto Manu Tenorio no ha perdido la sonrisa y sigue viendo el lado positivo: "Ha sido una experiencia para valorar todo lo que tienes, ha sido una segunda oportunidad. Ahora tengo dos cumpleaños". Ahora solo le quedan unos meses de recuperación, pero el cantante no ha perdido le tiempo y se ha puesto manos a la obra, y es que todas sus heridas no han impedido que no haga lo que más ama, tocar la guitarra.
Las heridas de las manos de Manu Tenorio tras su accidente domésticoComo si fuera la primera vez
Tras el accidente Manu Tenorio ya ha dado el primer concierto. En él se emocionó mucho por todo lo que le ha pasado en el último verano. Volver al escenario con los músicos con los que lleva años fue muy bonito para él. Aunque ahora le queda lo más duro, conseguir la recuperación completa.
