INOLVIDABLES

Los mejores momentos que nos hicieron pasar Manolo y Benito en 'Manos a la obra'

El 8 de enero de 1998 comenzaba a emitirse 'Manos a la obra', una de las series más míticas de nuestra televisión.

Rocío Lázaro 09 Enero 2018 en Bekia

Cuando en enero de 1998 Antena3 emitía el primer capítulo de 'Manos a la obra', poco podían imaginarse en el fenómeno en que finalmente se convertiría. La ficción que se centraba en los líos y peripecias de Manolo y Benito, dos albañiles con mucho corazón pero poca destreza, contó con 6 temporadas, 130 episodios y unos datos de audiencia inmejorables.

Gracias a sus interpretaciones y sus divertidos guiones, la serie terminó convirtiéndose en una ficción de culto en nuestro país y la empresa de construcciones 'Manolo y compañía' fue durante muchos años la más querida de España. El famoso edificio en el que se desarrollaba casi toda la trama o el bar en el que los protagonistas pasaban la mayor parte de su tiempo, quedaron grabados para siempre en la mente de todos los espectadores que disfrutaban semana tras semana con esta pareja de entrañables torpes.

Pero no solo dejaron huella Manolo y Benito, otros personajes secundarios como Tino, Adela, Tania o Carmina y una multitud de invitados que se cruzaron en el camino de los dos albañiles, fueron igual de importantes y cómicos para la trama que se entrelazaba con la de los protagonistas. Recordamos todos los momentos y lecciones que nos dejó esta divertida serie.

La ley del mínimo esfuerzo

La pereza, vaguería y ley del mínimo esfuerzo eran las grandes filosofías de vida de Manolo y Benito durante toda la serie. Ambos cumplían a la perfección lo de aparentar frente a los demás, pero a la hora de la verdad trabajan lo justo y necesario. Aprovechaban cualquier excusa para olvidarse y justificarse de hacer sus tareas, de hecho Benito siempre pronunciaba una frase mítica y muy reconocible por los espectadores cada vez que quería escaquearse de algún trabajo. Mientras se ponía la mano en la zona lumbar gritaba a los cuatro vientos su famoso: "estoy fatal de lo mío".

Pero si por algo es recordado Benito es por contar sus dramas familiares continuamente sin venir a cuento, algo que divertía y despertaba las carcajadas de todos los espectadores que disfrutaban de este magnífico personaje delante del televisor. Pero si algo le caracterizaba tanto a él como a su compañero de batallas, Manolo era sin duda alguna, su espontaneidad y naturalidad, esa con la que se metían en el bolsillo a todo el mundo.

Sus memorables frases

La pareja protagonista también nos dejó grandes lecciones de vida y frases imposible de olvidar. Entre las más recordadas están "la pasta ¡sin agua!" o "cagándose en todo lo cagable". La primera siempre era pronunciada por el personaje al que daba vida Ángel de Andrés, ya que su compañero siempre cometía el mismo despiste, hacer las obras sin agua.

La segunda era la respuesta de Manolo cada vez que un trabajo no salía como esperaban, es decir, todas las veces que se disponían a realizar una obra. Otra de las frases míticas y reconocibles de Benito era el conocido: "Soy el inventor del gotelé". Y es que aunque nunca nadie fue capaz de reconocérselo, el albañil siempre insistía en que él era el inventor de esa técnica de pintura que realizaba de forma magistral.

La amistad por encima de todo

Además de su indiscutible vis cómica y de habernos regalado un sinfín de momentazos acompañados de muchos carcajadas, la gran lección que nos regaló esta serie es la importancia de la amistad. Tras tantos fracasos profesionales, grandes errores y después de haber sido abandonados por los amores de su vida, Manolo y Benito tan solo te tenían el uno al otro.

A pesar de sus meteduras de pata, ambos eran inseparables y se apoyaban en todo, una amistad que traspasó la pequeña pantalla y que también vivieron los dos actores que se encargaban de darles vida. De hecho, tras la repentina muerte de Ángel de Andrés, su amigo Carlos Iglesias se mostró devastado y no dudó en dedicarle unas bonita palabras: "Los años de 'Manos a la obra' junto a Ángel fueron los más felices de mi vida".

Una secuela fallida

Después del éxito de las múltiples reposiciones en los distintos canales de Atresmedia, la cadena decidió apostar por una secuela de la ficción titulada 'Manolo y Benito Corporeision' y aunque comenzó con unos datos espectaculares de audiencia y con varios de los actores de la serie original como Carlos Iglesias, Ángel de Andrés López o Carmen Rossi, no fue suficiente.

Su calidad y argumentos, muy alejados del nivel de la original, hicieron que capítulo tras capítulo los espectadores decidieran abandonarla reduciendo de esta manera la audiencia todas las semanas de forma drástica. Tras emitir una sola temporada de 12 capítulos y sin dar opción a la renovación por una segunda, la cadena decidió cancelarla de manera fulminante despidiéndose así de una manera bastante triste para los seguidores más files, de una de las ficciones más recordadas de la televisión en España.