La cantante ha dejado al descubierto algunas de sus inseguridades y también algunos detalle sobre su relación.
Malú está viviendo un momento muy emocionante después de que haya comenzado a sacar nueva música, y ahora ha acudido al plató de 'El Hormiguero' para hablar de sus nuevos proyectos, entre ellos su nuevo disco. Entre tanto, y para sorpresa de muchos, ha hablado de su relación con Albert Rivera de una manera muy natural que incluso ha sorprendido, y ha confesado a una 'complicación' a la que se enfrentan ellos como pareja, pero también otras muchas, a la hora de elegir qué serie o película ver.
La historia se repite, porque ellos y otros muchos tardan tanto en elegir, que al final deciden ver lo elegido en otro momento porque se ha hecho demasiado tarde para empezar: "Al final echas la noche mirando cuál elegir porque hay 28 millones de cosas. A veces reconozco que soy yo la que le digo que si tiene sueño porque me apetece, por ejemplo, una de médicos. Y él pues me dice que 'vale'", ha dicho. La cantante ha confesado que lo que más le gusta es devorar una serie entera hasta las siete de la mañana, si su hija Lucía se lo permite: "Me gusta cuando te zampas la temporada entera del tirón. Ahora puedo hacerlo menos porque tengo menos margen para dormir", ha reconocido, eso sí, ha dicho que cuando puede descansar, prefiere irse a la cama a dormir. Y ha sido en ese momento cuando Pablo Motos le ha preguntado por el descanso de Rivera, a lo que ha contestado: "¡Duerme como un rey!".
Malú vuelve a los escenarios después de que lleve desde la pandemia sin subirse a uno, y ha asegurado que este nuevo disco se lo dedica a sí misma: "En estos tres años de parón, donde me ha pasado tantas cosas, he podido reconectar con esa niña que guardé". Además, ha sorprendido con sus dotes ante una guitarra eléctrica y ha cantado en el espacio uno de sus nuevos temas. Es muy introvertida
Y entre tantas confesiones, ha hablado abiertamente de su personalidad, porque Malú como cantante está muy alejada de Lucía como persona. "No es que haya una diferencia. Más pequeñita. A mí me da hasta vergüenza pedir una botella de agua en un bar. Hablar con la gente, comunicarme... Yo me subo al escenario y hay una sensación. Pero cuando pongo el pie en un escalón llega la inseguridad y pregunto: ¿Has estado bien?", y quizás estas sensaciones vienen por su adolescencia, que no la vivió como le hubiese gustado porque se perdió esa 'irresponsabilidad justificada: "La tuve que esconder pero en este tiempo he aprendido a que estén cerquita. Vivo y me lo paso mejor".