Fue el pasado 17 de agosto cuando la revista Diez Minutos publicaba en su portada unas imágenes de Iñaki Urdangarin llorando desconsoladamente en el interior de su coche durante una intensa conversación con su actual pareja, Ainhoa Armentia, a quien había ido a visitar en plena jornada laboral. Por aquel entonces lo único que se sabía al respecto era que la conversación había durado unos 20 minutos y los motivos se desconocían. Ha sido ahora en el programa especial por la emisión de ' Cristina de Borbón. Rota de amor ' donde se ha arrojado luz sobre este comentado momento.
Acompañados de las imágenes en movimiento de Urdangarin llorando y hablando muy alterado con su pareja en el interior de su coche, los colaboradores han dado contexto a lo ocurrido. Tal y como apunta Paloma García-Pelayo, esto habrá tenido lugar el 28 de julio, varias semanas antes de su publicación.
Saber la fecha concreta sitúa el llanto en un momento concreto y de tensión para el ex Duque de Palma. Por aquel entonces todavía no se había producido el encuentro con la Infanta Cristina en Bidart a la que, por cierto, llevaba tiempo sin ver. Según los colaboradores, esto podría suponer un momento de mucha tensión para él al saber que este encuentro generaría mucho revuelo mediático y que por lo tanto públicamente tendrían que seguir mostrándose con una normalidad que no estaría tan acorde a su relación actual tras hacer oficial su separación.
Todo malas noticias para Urdagarin
Además de esto, Urdagarin recibió en esos días dos malas noticias que no hacían más que empeorar un estado emocional complicado: " Está en un estado emocional tan importante como para ir a las puertas del despacho donde trabaja su novia ", reconoce Paloma García-Pelayo. Por un lado, el exjugador de balonmano acabaría de conocer que la justicia española le había denegado el permiso para viajar a Estados Unidos para asistir a las bodas de dos de sus sobrinos. Un momento muy especial para reunirse con los suyos. Finalmente, fue la Infanta Cristina la que acudió a los eventos junto a sus hijos.
Por otro lado, tal y como apunta Mariángel Alcázar, en esos días Iñaki Urdangarin también recibió la negativa por parte del Barça de trabajar con ellos y el equipo de balonmano, algo que ser una luz al final del túnel para él en su vuelta al vida tras pasar por prisión y un horizonte profesional esperanzador para él tras dejar también su trabajo en el despacho en el que todavía sigue trabajando su pareja.