Las malas formas con las que Chelo García habla a sus fans la ponen entre la espada y la pared en 'Sálvame'

Desde que Kiko Matamoros regresó a 'Sálvame' para convertirse en el portavoz de la audiencia, los palos no han parado de lloverle a sus compañeros. El colaborador estrenó su sección de 'El club del espectador' enzarzándose contra Terelu Campos, que recibió muchas críticas por la actitud déspota que algunos profesionales que trabajaron con ella aseguran que tienen, pero ahora ha sido otra periodista la que se ha convertido en la diana de todos los dardos.

Se trata de Chelo García Cortés, a la que los televidentes también le han dado un toque de atención por las malas formas con las que les habla a sus fans. En concreto, la mujer que entró por teléfono aseguró que la periodista las trató muy mal a ella y a sus amigas cuando estas se acercaron a pedirle una foto mientras ella estaba grabando 'Diario Che' en la calle. De igual modo, la interviniente asegura que la colaboradora tampoco es capaz de mantener los modales con sus propios compañeros de sección.

Chelo García Cortés mirando las imágenes que la incriminaban/ Telecinco.es

Muy molesta, Cortés negó rotundamente que ella tratara mal a sus colegas de equipo, e incluso les pidió que salieran a defenderla y a desmentir esa información. Sin embargo, la de Orense sí que reconoció que a veces les niega fotografías a sus seguidores porque, sencillamente, no tiene ganas de hacérselas: "Hay momentos del día que no te apetece que te hagan una foto. Siento mucho si fui desagradable con usted pero no siempre me apetece hacerme fotos", le dijo la periodista a la mujer que llamó a 'Sálvame'.

La prueba del delito

Belén Esteban y Terelu Campos no dudaron en defender a su compañera, recalcando que no siempre les gusta ser el objetivo de las cámaras, ya sean de la prensa o de los fans. "Soy libre de hacerme fotos o no. Cuando no tengo ganas no me voy a excusar", repitió Cortés. Lo que la colaboradora no sabía era que el programa tenía las imágenes del momento del que hablaba la señora al teléfono, y lo cierto es que las formas de la periodista no fueron las mejores: " ¡Venga, que tengo prisa, guapas! Que me tengo que ir. Una, dos, tres, se acabó". Sin lugar a dudas, no acertó con sus formas.