En medio de esa tormenta de discusiones, Francisco decidió abrirse y hablar sobre su pasado. El cantante comentó que, al morir su padre cuando él tan solo tenía 13 años, tuvo que dejar de estudiar y ponerse a trabajar como albañil cargando sacos a su espalda casi más grandes que él. Francisco explicó que era el mayor de los seis hermanos y que ahora la relación no era nada buena.
Al parecer, tras morir su madre, tuvieron problemas por el tema de la herencia y, según él, los principales culpables del distanciamiento no eran los hermanos en sí mismos, sino los "adosados", como él mismo los llamó: "Yo con mis hermanos no he tenido problemas nunca hasta que han llegado los adosados. Éramos una piña y a raíz de la muerte de mi madre no nos hablamos ninguno. Mi madre dejó una herencia de nada, 12 mil euros dejó la mujer para los seis hermanos y lo único que heredamos fue separarnos".
Problemas en la convivencia
Los compañeros de Francisco parecen no estar demasiado contentos con el carácter del cantante. El propio Alberto Isla se ha mostrado un tanto distante con él porque comentó que le notaba algo más tenso en los últimos días. Los ronquidos son uno de los principales problemas de la convivencia, ya que la única opción es que Francisco se vaya fuera de la cabaña pero él quiere un saco para dormir, cuando lo tienen que compartir entre todos porque solo tienen dos. Las discusiones están servidas. Además, Isabel Castel decidió darle el 'beso de Judas' a Francisco, un punto en la nominación antes de marcharse definitivamente de 'Supervivientes 2018'.