Todo empezaba cuando se emitía una conversación telefónica en la que Galdeano no hablaba nada bien de una de las colaboradoras del programa:
Como era de esperar, Ximénez no se mordió la lengua y respondió duramente a Galdeano, sin importarle que su hijo estuviera delante: "Te voy a decir la clase de mujer que yo he sido. He enseñado a mi hija a que haga una carrera, y que no tenga una carrera a base de ir de cama en cama en los realitys. Y ten respeto, tente respeto a ti misma que no te lo tienes tú tampoco", sentenciaba la tertuliana ante el entusiasta aplauso del público.
Maite Galdeano, muy deprimida
Sin saber muy bien qué hacer o decir para defenderla, su hijo Cristian argumentó que su madre "es muy impulsiva, es una metralleta y suelta lo primero que le viene a la mente y muchas veces se equivoca. Pero luego rectifica. Mi madre siempre pide perdón. Cuando se da cuenta de que mete la pata, recifica muy rápido. Y es más, se siente mal por el daño que haya podido hacer a la persona que le ha hecho ese mal".
Suescun no se equivocaba, y poco después una Maite Galdeano rota de dolor y sumida en un mar de lágrimas entraba por teléfono para pedir perdón y comprensión: "Estoy hecha polvo, estoy pasando unas depresiones tremendas. Lo hago todo mal. Perdonad, de verdad, se me ha ido la boca y contigo, Mila, no tengo nada, ¿vale? Y os quiero agradecer todo el cariño con el que habéis tratado a mi hijo. No quiero más de esto, no quiero más espectáculo, estoy muy mal. A mí no me conviene en estos momentos de enfermedad. Se acabó, se terminó ya", aseguraba la chófer de autobús.
Después de este momento, su hijo no pudo contener la emoción y rompió a llorar, pidiendo a su madre que se relajara y abrazara a su perra Lucía para encontrarse mejor. Sin duda, la actitud bondadosa del hijo mayor de Galdeano le ha hecho ganarse el aprecio de los colaboradores de 'Sálvame', pero la pamplonesa sigue estando en su punto de mira.