Ahora que están separadas por los 8.000 kilómetros de distancia entre España y Honduras, Galdeano defiende con uñas y dientes el concurso que su hija está haciendo en 'Supervivientes' y afirma sentirse muy orgullosa de su comportamiento: "Es maravillosa, una tía estupenda, competitiva y luchadora". Lo cierto es que la de Pamplona se deshace en halagos hacia su hija, aunque se atribuye a ella misma todos los méritos por haberla criado con mucha integridad y "con mucha disciplina".
Galdeano no duda de la "educación tan buena" que le ha dado a su hija, con el valor de la "autoexigencia" como base, y afirma que Suescun "lleva en los genes la soberanía de la rectitud", heredada de ella misma. De este modo, la exchófer de autobús se corona como una madre de 10 y se postula como un verdadero ejemplo a seguir en la crianza de los hijos. Sin embargo, teniendo en cuenta algunos comportamientos de la superviviente, parece que todavía queda mucho por pulir en su formación.
Le falta madurar
Respondiendo a unos comentarios de los exnovios de Suescun en los que aportaban detalles sobre su intimidad, Galdeano expresó su pesar antes estos comentarios "machistas" y "sucios". Más adelante, reveló su deseo de que las malas experiencias amorosas de su hija le sirvieran para aprender y que, a partir de ahora, comenzara a poner el ojo en otra clase de hombres. Del mismo modo, cree que su paso por 'Supervivientes' le vendrá bien para madurar y para estar preparada en futuras experiencias.