Las horas en la isla parecen días y las condiciones de abandono empiezan a pasar factura a algunos de los concursantes.
Los concursantes de 'Supervivientes 2019' llevan apenas 4 días en la isla pero ya están empezando a sufrir las consecuencias de las duras condiciones de vida. El hambre empieza a apretar, las noches a la intemperie son duras, los recuerdos empiezan a venirse a la mente... Y es esto último sin duda lo que peor llevan algunos. Es el caso de Mahi, que durante una de las tardes en Honduras no pudo contener las lágrimas al recordar a su novio: "¿A quién se le ocurre venir aquí?", se pregunta Mahi Masegosa[i]la exconcursante de 'Maestros de la costura'[/i].
La joven se tapó la cara con una sudadera cuando rompió a llorar: "¿Qué haces Mahi? ¿Llorar?", pregunta Oto Vans. "¿Estás llorando de verdad?", pregunta Dakota. "Llevamos aquí 12 horas, las más amargas de mi vida", se lamente la concursante que no puede dejar de llorar mientras abraza la sudadera de su pareja: "Y la sudadera ya no huele al Rafa. ¡¿Cómo en 12 horas ya no huele?!". Las condiciones climáticas de la isla con altas y bajas temperaturas junto con la humedad del ambiente hace casi imposible que algo se conserve en condiciones.
"Huele a podredumbre", repite en varias ocasiones al no poder pronunciar la palabra correctamente. Como ella misma confiesa, se llevó esa prenda de ropa impregnada de la colonia de su novio para poder sentirlo cerca cuando estuviese en la isla a miles de kilómetros de distancia: "Me dijo, dóblala así que se conserva mejor el olor. Los cojones". A pesar del momento de tristeza, la concursante reconoció a sus compañeros que es "muy sensible" pero rápidamente ha demostrado que sabe enfrentarse a estas situaciones con el humor que tanto la caracteriza.
Las primeras consecuencias de la supervivencia
"Huele al Rafa muerto, porque esto huele a podrido", reconoce de nuevo sobre el aroma que ahora tiene la sudadera, arrancando las carcajadas de sus compañeros. Y es que los primeros días de la aventura no están siendo fáciles para ninguno de los concursantes. Violeta Mangriñán también manifestó que le está costando adaptarse. De hecho, rompió a llorar nada más tocar tierra firme en la isla de Honduras. "Es complicado adaptarse a no comer, no dormir y no cagar", reconocía la todavía concursante que, además, se enfrenta en esta primera semana a las primera nominaciones.