UN CHASCO

Lydia no recibe ningún collar de los tentadores en el primer programa de 'La isla de las tentaciones'

Durante el primer programa tuvo lugar la entrega de collares por parte de los tentadores a las novias, y Lydia fue la única que no recibió ninguno.

G.C 24 Enero 2023 en Bekia

Galería: Participantes de 'La isla de las tentaciones 6'

La llamada 'Ceremonia de collares' tiene lugar en cada primer programa de 'La isla de las tentaciones'. Los solteros que van a tentar a las parejas a lo largo de esta experiencia les otorgan un collar a la novia o el novio que más les ha llamado la atención a primera vista. No obstante, no siempre es un acto tan bonito como parece.

En esta sexta edición de uno de los programas más vistos de la televisión, la pareja formada por Lydia y Manuel ha experimentado un triste momento, aunque a su vez emotivo y de apoyo mutuo entre ellos.

Las novias fueron las primeras en esperar los clásicos collares de flores de sus compañeros de villa. El último en otorgar el suyo fue el soltero Yuismel. Este decidió ponérselo a Naomi, la cual tampoco había recibido todavía ninguno. El resto de las novias ya contaban con dos collares o más, excepto una. Lydia fue la única de todas las chicas con pareja que no obtuvo ningún collar por parte de los tentadores.

Una emotiva reacción

La alicantina miraba entonces a su novio y le comentaba a Laura, pareja de Alejandro: "Mi novio está sufriendo por mí". Lydia optó por reírse disimuladamente entonces, sin saber muy bien como actuar al ver a Manuel llorando mientras estaba sentado con sus compañeros. La presentadora le preguntó entonces por lo que estaba ocurriendo y él respondió: "Por un lado es bueno, pero no quiero que ella se sienta mal".

Ella muy optimista y sin darle importancia a otro hecho que no fuera que su novio estaba triste, dijo: "Esto es una tontería, amor, no pasa nada". Sin embargo, comenzó a emocionarse expresándole a Sandra Barneda lo duro que se le estaba haciendo ver a su novio así por ella y no poder abrazarle. Manuel seguía desconsolado y ella trataba de animarle desde la distancia, restándole importancia al tema de los collares: "No pasa nada, es la primera impresión". Pero Manuel seguía: "Me pongo en su piel y no me hubiera gustado pasar por eso", dijo mientras ambos se emocionaban y todos sus compañeros les daban la mano o abrazaban.