En el último programa de 'La isla de las tentaciones 6' se vivió un de los momentos más épicos y típicos del programa, el reencuentro en el espejo de una de las parejas. Los chicos fueron los que decidieron cuál de ellos debía encontrarse con su novia e interpretarle con mímica todos sus sentimientos. El elegido por unanimidad fue Manuel.
Tan solo tenían 3 minutos y Lydia, aunque muy nerviosa, estaba decidida a mostrarle a Manuel lo furiosa que estaba con él: " Estoy seria porque estoy cabreada. Quiero que esto sea un toque de atención", le dijo a Sandra Barneda. " Si no lo entiende hoy, va a ser demasiado tarde ", explicó rotunda a la presentadora.
Lydia, muy enfadada / Foto: Telecinco.es" Él siempre me ha visto como alguien que se vuelve muy pequeñita cuando ve que lo pierde, pero ahora no", expresó la alicantina antes de ver a su novio. A la señal de Sandra Barneda, Manuel llegó corriendo al encuentro de su pareja. Nada más llegar, Lydia comenzó con su sarta de reproches: "¿Qué has hecho?, ¿estás enamorado de ella?, ¿quieres que me vaya sola de aquí? No te acuerdas de mí ".
Un encuentro agridulce
Manuel se dedicó a hacerle gestos que simbolizaran lo mejor posible lo enamorado que estaba de ella, pero Lydia siguió a lo suyo: " Si no cambias, me voy a ir sola ". También le preguntó por qué le había dado a su soltero el collar del veto: " Tú también. Lo he visto. Piensa ", le respondió apenado su novio. El final de su encuentro fue muy emotivo. Reiteradamente se dijeron cuánto se querían y Lydia finalmente acabó llorando mientras le pedía que le demostrase sus palabras. " Confía en mí, aguanta ", acabó Manuel.
Manuel, confundido con la actitud de Lydia / Foto: Telecinco.esEl encuentro dejó a ambos con sensaciones muy distintas. Manuel volvió a la villa enfadado pensando en todas las cosas que su novia le había echado en cara y, sobre todo, con mucho miedo: " Es la primera vez que he visto peligrar mi relación, he visto que no quiere estar conmigo, que está desilusionada". Ella por otro lado, había conseguido su propósito de mantenerse firme, aunque no fue nada fácil: "Él no entendía nada. Ha sido muy complicado, lo he visto mal ".
