A las ocho de la tarde entró una persona disfrazada de muerte y, como ya se había sospechado, resultó ser Kiko Hernández, quien volvió por todo lo alto con informaciones sobre gente que se quedaron guardadas en un cajón y que ahora podrían ver la luz. Lydia Lozano no vio venir la delicada situación que se le venía encima: un polígrafo blindado del año 2005 sobre Ylenia Carrisi.
En el pantallón comenzaba a salir la explicación de la información que tenían guardada: "Año 2005. Instalaciones de Mediaset. En este mismo plató y con un equipo reducido de personas, se llevó a cabo un polígrafo secreto a Lydia Lozano. Objetivo: saber qué ocurrió realmente con el caso de Ylenia Carrisi. Lo que allí se vivió dejó marcados a todos los presentes y el programa ha tenido acceso a ese polígrafo". Tras leer esto, la colaboradora decía un "hasta luego" tembloroso y salía del plató.
Una historia para olvidar
"¿Qué pasaría si lo viéramos?", preguntaba Jorge Javier, a lo que Lydia Lozano respondía: "Yo me iría a mi casa y no volvería. Te puedo asegurar que si se emite me voy". Por su parte, Kiko Hernández, que sostenía el vídeo en sus manos, decía: "La cadena quería saber si mentía. Fue un polígrafo privado. Lydia ha dicho muchas veces que se va pero si esto se emite se va". La colaboradora lloraba fuera del plató asegurando que fue un polígrafo de muchas horas pero, por el momento, ese vídeo no se emitió.