La periodista ha comentado que ella está muy segura de su look, de absolutamente todo, pero que tanto insistir al final ha aceptado ponerse en manos de Pelayo Díaz, que lo primero que le ha preguntado es si tiene mucho cariño a su pelo. Lozano se ha vuelto loca y ha asegurado que su pelo no se toca y que en eso sí se van a pelear.
La colaboradora de 'Sálvame' también ha explicado que siempre lleva algo naranja -"de hecho mi casa es toda naranja"- y que va "siempre en tacón, es algo fundamental en mi vida, no sé ir a una fiesta sin tacón, no sé bailar en tacones".
Lydia Lozano no quería que se tocara su pelo
Lo primero que se veía de la colaboradora de 'Sálvame' eran unas sandalias muy rockeras con hebillas y taconazo. Al abrirse la puerta apareció una Lydia Lozano espectacular con una falda de cuero por la rodilla y una camisa de rayas navy con escotazo que prácticamente dejaba al descubierto sus encantos.
Lydia Lozano, muy muy sexy
Y en cuanto a su cabello, la periodista ha dejado a un lado su melena rubia con mechas y ha dejado paso a una Lydia Lozano morena a la que han peinado con un tupé, dejando con la boca abierta tanto a los estilistas, como a la presentadora y el público allí presente.
Sus compañeros de programa han sido los primeros en ver su look y en opinar cómo es esta nueva Lydia Lozano. Kiko Matamoros ha llegado a decir que "tiene su punto, me mola, pero creo que no va a aguantar este look porque se gusta más como señora de misa de 12". Belén Esteban y Gemma López también han coincidido en que no lo va a mantener porque no se va a ver: "No es su estilo".
Al verse en el espejo ha alucinado y ha asegurado que le "encanta porque me recuerda un poco a los años 50 del cine. El pelo yo veo que endurece mucho mi imagen. El look me parece que si no hubiera sido por ti no me lo hubiera puesto y que... ¿puedo venir una vez cada tres meses". ¿Se atreverá a ir a 'Sálvame' algún día así?