La vida de Lucía ha dado y dará un giro de 180 grados después de su paso por 'La isla de las tentaciones 3'. La joven entró de la mano de Manuel, su pareja de tres años, pero la relación se ha roto de la noche a la mañana después de la doble infidelidad de él con dos de sus tentadoras, una de ellas Fiama. De hecho, Manuel continúa con ella y así tiene pinta de que va a seguir a pesar de tener a su novia en la villa de al lado.
Lucía estalló cuando vio en la hoguera que Manuel se había liado con Estefani y con Fiama, pero lo cierto es que en ese momento sacó la rabia que tenía y no todas esas lágrimas que le quedaban por echar y que vinieron después. Durante la noche, Lucía se vino abajo y estuvo llorando con Lola: " Yo creía que era otra persona. No hay nadie en condiciones en esta vida. Que mala suerte tengo. Mi vida gira en torno a él, yo no hago otra cosa que estar con él. ¿Ahora qué hago?".
Al día siguiente, la joven decidió hacer borrón y cuenta nueva y disfrutar de una de las nuevas fiestas de la casa. Fue ahí donde se pudo ver a la Lucía más desinhibida, bailando con los tentadores y disfrutando del momento, algo que tendría que haber hecho desde el primer momento: "Me he sentido guapa, sexy, libre, de todo", comentaba. Además, se dio un pico con Carlos, el tentador que ha estado a su lado desde el primer momento.
El bajonazo
Sin embargo, hacia el final de la noche, a Lucía se le vino el mundo encima al acordarse de Manuel y no pudo contener las lágrimas: " Después de la hoguera me encontraba sorprendentemente bien pero yo sabía que cualquier momento me iba a dar el bajón. He estado engañada y me he estado engañando a mí misma porque sabía que en el fondo él era así. A partir de ahora me tengo que querer a mí misma y ponerme en mis prioridades antes que las de otra persona", decía en los totales.
La noche terminó siendo malísima para Lucía, quien se fue a la cama a llorar desconsoladamente quedándose dormida con la ropa de la fiesta. A la mañana siguiente, tenía cita con Carlos pero decidió cancelarla porque no tenía fuerzas: "A la hora de levantarme mi cuerpo no respondía después de haber llorado tanto". Desayunando con sus compañeras, tampoco podía contener las lágrimas: "Me lo ha hecho el mismo mes, el mismo día y de la misma manera que el año pasado. A mí esto me crea desconfianza con las personas. Yo soy una persona a la que le gusta formar una familia, tener una pareja pero a mí me da miedo el yo no poder enamorarme de la manera en la que yo estaba de él porque si yo no estoy así no quiero estar con nadie".