La andaluza aseguraba que "no me siento orgullosa" de su comportamiento tras su fuerte enfado en el último programa que acabó con ella hecha un mar de lágrimas, aunque aseguraba tener motivos más que suficientes: "Ahí no se ve, pero llevaba todo el día escuchando desde que entré en Villa Playa cuchicheos sobre mí, la gente me miraba y hablaba, escuchaba cosas que habían dicho de Isaac... Estaba harta", culpando así de sus males a sus compañeros de villa: "Ahí hay personas muy rastreras, asquerosas y muy malas con carita de buenas que dicen querer ayudarte, pero si fuera así lo harían fuera, no esperan a entrar en el programa. ¡Falsa, mala!".
Entre esas personas que parecieron hacerle la experiencia un infierno fue Bela, asunto pendiente de su novio Isaac y con el que ya se sabe que le ha puesto los cuernos en Villa Luna. "Llega la amiga diciendo que tiene información, que me quiere ayudar... pero cuando la cambian de villa, ve que está él allí y le quiere comer la oreja a todas costa", reconoce sobre ella: "¿Se puede ser más rastrera por conseguir tus objetivos televisivos? Porque no tú no tienes sentimientos por nadie. Me parece asqueroso y de ser mala.(...) Ella lo hace por pantallita y dinerito".
Sobre su acercamiento con Marina: "Me quedé más tranquila"
Unos consejos que le sirvieron para sentirse más segura de su relación, aunque no se sabe si seguirá siendo así tras el beso: "Patry es la que me dice: 'Confía en tu novio, porque podría ser un guarro, estar por ahí con todas las que quisiera y está contigo', y eso es verdad. ¿Cuál es la necesidad y la obligación de nadie si no quiere?", y volvía a cargar contras lo que intentaban cargar contra Isaac: "Pero hay gente a la que le molestaba mucho. No te hablo solo de Marina, también de Bela, Manuel... Están pendientes de que yo desconfíe, que yo deje la relación... y no están pendientes de su vida".