Miss y actriz de cine, la italiana se sentaba en la entrevista no como madre ni como abuela, sino como personaje. A través de su charla con el presentador, hemos podido conocer los pasos que trajeron a la italiana a nuestro país para no volver nunca más a su Italia natal. Hija de una familia modesta, la pequeña de tres hermanos nació en un pueblo a las afueras de Milán, curiosamente llamado Cabreo. No sabemos si eso algo influyó en su carácter, lo que si podemos asegurar es que podría haber sido la protagonista ideal de 'Rebelde sin causa', ya que tal y como afirma 'siempre he hecho lo que he querido y seguiré haciéndolo'. Con nombre español, su abuela; de carácter como ella, se empeñó en que fuera bautizada bajo el nombre de Lucía, la protectora de la vista, ya que tardó diez días en regalar su primera mirada al mundo.
Su infancia en plena Segunda Guerra Mundial
La pequeña Lucía Bosé nacía en 1931, tan solo ocho años antes de que el mundo entrara en guerra por segunda vez. Esta etapa para ella fue especialmente difícil, sobretodo porque tuvo que crecer en una Italia completamente en ruinas y donde la vida valía más bien poco. Durante este periodo, confiesa, que aprendió lo que es realmente la vida. Según relata la líder del clan Bosé en uno de los bombardeos su casa quedó derruida, y su familia tuvo que cargar en un carro las pocas pertenencias que les habían quedado. Ella observaba quieta como recogían las cosas, hasta que para su asombro comenzaron a partir sin ella. Para cogerles comenzó a correr y a correr, hasta que pudo agarrarse a una cuerda que la arrastró durante 10 kilómetros, cuando su familia reparó en su ausencia. "Comprendí lo que era la vida, si no te agarras a ti misma, no te salva ni tu padre ni tu madre".
No obstante, ningún episodio de estos le afectó tanto como la muerte de su hermano, el cual falleció con tan solo diez años por la picadura de "alguna criatura del campo". Lucía habló de este momento como el primer trauma de su infancia, seguido de su estancia en la escuela, que para ella era más una cárcel.
Miss Italia y el cine
Precisamente ese espíritu rebelde es lo que le hizo ganar Miss Italia en 1947. Según la actriz, al certamen acudieron verdaderas bellezas, entre ellas Gina Lollobrigida, pero todas ellas eran "señoritas" y ella era una belleza "alegre, salvaje". Sin embargo, ganar el certamen no la alejó de su humilde vida, y continuó trabajando de dependienta en una pastelería hasta que Luchino Visconti, director de cine italiano, la descubrió. Comenzó entonces su carrera profesional como actriz, donde ha trabajado con directores de renombre como Buñuel, Fellini y Bardem. Con este último, rodando 'La muerte de un ciclista', visitó España por primera vez, donde conoció al que sería su marido, Luis Miguel Dominguín, o como ella le llama 'el torero'.
Lucía Bosé y el amor
"En cuanto me vio le gusté, pero él a mi no, aunque finalmente me conquistó". Así describía Lucía el momento en el que se conocieron. Desde ese instante su relación sería de película, tanto que se casaron en Las Vegas, ya que como confiesa no cree en la Iglesia. La ceremonia fue más que íntima, de hecho sus padres tuvieron que enterarse de la boda por la prensa. Ella creía haberse salido con la suya habiendo evitado el blanco, pero lo que no sabía es que la amistad de su recién estrenado marido con Carmen Polo, la mujer de Franco, le obligaría a casarse por la Iglesia.
De su matrimonio nacieron tres hijos: Miguel, Lucía y Paola. Sin embargo, poco a poco fue conociendo aspectos de su marido que le fueron desencantando, entre ellos su profesión. Entre risas, admitió a Bertín: "Cuando vi torear por primera vez pensé: 'me he casado con un asesino'". Finalmente, después de siete años de relación la pareja se divorciaba, convirtiéndose Lucía en una pionera en emprender una carrera hacia la libertad, en una sociedad que aún no asimilaba ese concepto. "¿Y los niños?" quiso saber Bertín, a lo que Bosé contestó con fuerza: "Le dije: si me quitas a los niños te pego un tiro".
Bertín, escuchando con atención, quiso ahondar un poco más en el corazón de la artista, sonsacándole entre otras cosas que está abierta aún al amor: "Estoy para enamorarme otra vez, estoy siempre enamorada. Me encanta, es un ejercicio muy bonito, mejor que ir al gimnasio". Quizás por eso se conserva tan bien, ya que a sus 86 años luce la vitalidad de la que ha hecho gala toda su vida. Así mismo, admitió: "Me gustan los guapos, los deportistas, me habría casado con Figo, es mi hombre ideal a simple vista. Ronaldo también me gusta, pero es demasiado guapo".
La comida
Para comer la italiana preparó un plató de su patria, ñoquis, una comida que ella define como 'muy humilde', aunque visto lo visto hace falta maña para su preparación. Eso no es un problema para la actriz, a la que le precede la fama de ser una gran chef, al igual que a su hijo Miguel. Osborne se manejó con un poco menos de arte, pero finalmente consiguieron finalizar el plato italiano. Durante su preparación también compartieron confidencias, como lo que piensa Lucía sobre el feminismo: "No soy feminista, soy mujer y con eso basta".
Además, durante este momento protagonizaron uno de los instantes más emotivos del programa, una charla sobre Bimba Bosé, la cual ha fallecido a causa del cáncer. "Llevo el pelo azul por ella, era dulce y simpática", dijo emocionada, a la par que realizan un brindis en su honor.
Boris, el invitado especial
Aunque es la madre biológica de tres hijos, para ella son cuatro quienes merecen el honor de ese titulo, ya que Boris Izaguirre es uno más de su estirpe. Con él ha compartido grandes momentos, y durante todo el programa demostraron una gran complicidad. Con él, y junto a Bertín, salió el momento filosófico del programa, hablando sobre la Iglesia y Religión. "Es mentira que te mueras, hay algo más allá. Tenemos alma, tenemos espíritu y eso no se puede morir", declara la italiana, que no se cortó al decir que la Iglesia es una "secta".
Con esa conversación va llegando el fin del programa, donde Lucía retomó su anécdota inicial para concluir: "La vida es maravillosa, pero hay que saber llevarla. Hay que agarrarse a la cuerda, nadie te ayuda, tu eres la cuerda".