La muerte de Álex Lequio el pasado 13 de mayo conmocionó a mucha gente, pero especialmente a la gente más cercana tanto a Ana Obregón y Alessandro Lequio, padres del joven. Entre esas personas se encuentra también Ramón García, el famoso presentador que durante años trabajó al lado de la también actriz en programas como '¡Qué apostamos!' e incluso dando las campanas en Televisión Española.
El día de la muerte, el presentador se encontraba conduciendo un programa en la televisión de Castilla-La Mancha desde donde quiso mandar un mensaje de cariño y apoyo a Ana Obregón aguantando las lágrimas a duras penas. Ramón García conocía a Álex Lequio desde su nacimiento y le tenía mucho cariño al joven.
Ahora, durante su visita a 'Liarla Pardo', Ramón García ha contado qué fue lo primero que hizo nada más llegar a casa: llamar por teléfono a Ana Obregón. El presentador no se esperaba que le cogiese el teléfono. Pero sí lo hizo. " Cuando me enteré de la triste noticia, yo estaba en directo en el programa que hago en la televisión de Castilla-La Mancha. Lo presenté como buenamente pudo y por la noche, ya en casa, llamé a Ana", explicaba.
Cuando respondió, García puedo hablar con la que fue su compañera en el día más duro de su vida: " Ella me cogió el teléfono y los 20 primeros minutos estuvimos los dos en silencio, llorando juntos ", contó. Una forma en la que ambos se compartieron un momento íntimo e importante sin cruzar ni una sola palabra.
Las últimas palabras de Ana Obregón a su hijo
Estas palabras llegan juntos poco después de que Ana Obregón abriese su corazón en las redes sociales en una carta de despedida a su hijo Álex Lequio: "Mi querido hijo, (...) ahora que tengo un poquito de fuerzas, tenía que agradecer los cientos de miles de mensajes de cariño y admiración hacia ti. (...) Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso, pero también viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar. (...) ¿Qué puedo decirte hijo? Que eras/eres mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder a un hijo es morir y tener la obligación de vivir ".