Días más tarde en el plató de 'Vamos a ver' el propio Lequio ha querido pronunciarse sobre esto: "Su estrategia está muy manida. En vez de responder a las preguntas y hacer frente a las cuestiones a debate, se dedicó a atacar a los que estábamos. Era muy previsible porque, cuantos más datos conocemos de su historia, más pies de barro tiene la historia".
Sobre su caso en concreto, la acusación este la tachó de ser el tema "que utilizan todos los que me quieren atacar, pero que no se sostiene en ningún caso". Sobre sus declaraciones en un plató de televisión reconociendo que le gustaba pegar a las mujeres y que lo había hecho en alguna ocasión asegura que se trató "una frase muy desafortunada" porque por aquel entonces él "era un ingenuo".
Las 'cartas de la vergüenza' y la denuncia del año 2004
Disculpa que no coincide con lo contado precisamente por Antonia Dell'Atte. Esta contó en numerosas ocasiones que el 9 de marzo de 1991 había interpuesto una denuncia en una comisaría de Chamberí (Madrid) contra Lequio por malos tratos que poco después retiró porque por aquel entonces ya habían tenido a su hijo Clemente y lo quería proteger.
Años más tarde y tras haberlo contado públicamente en más de una ocasión, Alessandro Lequio se querelló contra Dell'Atte por calumnias precisamente por llamarlo "maltratador" en más de una ocasión. Para esto la denunciada presentó el testimonio que había dado en la denuncia del 9 de marzo de 1991 que luego retiró así como unas cartas manuscritas por Alessandro Lequio "en las que él mismo reconoce haberla maltratado, pidiéndole perdón", recoge un comunicado a la prensa de Cristina Almeida, abogada de Dell'Atte.
En este mismo se explica también que el 30 de junio de 2004 se dictó el auto de esta causa quedando sobeseida la causa y archivada las acusaciones porque el juez del caso no entendió que se estuviese cometiendo dicho delito denunciado ya que daba la 'exceptio veritatis' (art. 207 del Código Penal), lo que quiere decir que Antonia Dell'Atte decía la verdad cuando llama "maltratador" a Alessandro Lequio según las pruebas aportadas.