La participación de Leire Martínez en 'Me quedo conmigo' de Mtmad ha generado mucha expectación, esta sería la primera vez que la cantante concedía una entrevista muy personal tras su polémica salida de La Oreja de Van Gogh. Aunque la vascas se ha pronunciado sobre ello y también sobre su relación con Amaia Montero, la verdadera razón porque la que había elegido este formato y no otro era diferente al que posiblemente muchos se esperaban: poner el foco en la salud mental.
La cantante habló sobre la depresión que tuvo cuando era tan solo una adolescente a raíz del divorcio de sus padres y la complicada relación que tuvo con ellos a lo largo de los años siendo el momento más difícil a sus 18 años, cuando se independizó: "Volvió a haber un problema en el matrimonio [de su padre con otra mujer]". Su padre había hecho algo que no estaba bien, pero ella sentía que tenía que estar de su lado por quién era: " Vi, supe y fui partícipe de decisiones que tomó mi padre y tomé como propias por la fidelidad a él ".
Pero esto le pasó factura: " Pero empezó a afectarme: perdí mucho peso, empezó un proceso de depresión... Él era mi padre, pero su pareja había sido quien cuidó de mi esos años (...) y moralmente me costaba mucho aceptar que a esa persona se le podía estar haciendo daño y considerar que no era justo". Dada la complicada relación que también tenía con su madre, esta tampoco tomó la decisión de que volviese a vivir con ella: " Con mi madre tenía relación pero estaba resentida y a mi ella no se veía capacitada para que volviera a vivir con ella (...) En aquel momento me ayudó a buscar piso, me acompañó, aunque hubiese preferido que actuase de otra manera".
"He pasado por una depresión, medicarme, tener que pedir ayuda"
Fue entonces cuando tuvo que buscar ayuda por su propia cuenta yendo a Servicios Sociales y de ahí a recibir tratamiento en la Sanidad Pública: "Yo me pasé al lado oscuro. Era un agujero negro que se llevaba todo por delante (...) Un médico de cabecera me hizo un volante para psiquiatría para medicarme y para psicología para tratarme ", porque era consciente de que no estaba bien: "Yo me sentía muy poco orgullosa de mí, era muy dura conmigo. Yo me decía que era una hipócrita porque lo que criticaba en los demás lo hacía yo mejor que nadie ".
Aunque mejoró y superó la de presión, sus traumas hicieron que perdurase una personalidad negativa en ella hasta el día de hoy: " Hoy en día sigue habiendo una voz crítica en lo referente a ser madre o con tratarme con el respeto a mí misma. Siento que a veces no he sabido protegerme y cuidarme como tenía que haberlo hecho". A pesar de ello, la ayuda psicológica le ayudó a aceptarse a sí misma y ser la mejor versión posible, motivo por el que ha querido poner de relevo la importancia de cuidarse también a nivel mental.
"Hoy estoy aquí porque creo en los procesos terapéuticos. Si el morbo que hay ahora sobre mi persona puede hacer que se visibilicen procesos terapéuticos en primera persona, a mí no me importa exponerme. Porque para mí es más importante el objetivo que lo que ocurre", reconocía sobre dar esta entrevista tan personal: "Leo y leo que soy muy fuerte y no lo soy, al menos no más que lo demás. Tendemos a idealizar a los personajes, pero es solo una parte. Yo he pasado por muchos momentos, me he sentido muy sola, poco querida... He pasado por una depresión, medicarme, tener que pedir ayuda".