"A raíz de una relación de pareja me di cuenta de que me costaba poner límites. Ahí vi claro que, para que no se siguieran repitiendo situaciones que me hacían daño, tenía que aprender", reconocía sobre el mayor de los problemas que ha marcado su vida: "Los límites que me cuesta poner tienen que ver con dejar que invadan mucho lo que yo soy. He permitido que no se me tratar todo lo bien que se me tenía que tratar, cómo se dirigen a ti, cómo te piden las cosas, cómo toleras que se te digan determinadas cosas, la visión que se tiene de ti...".
Todo esto comenzó a raíz del divorcio de sus padres y de la mala relación que tuvieron desde entonces: "Creo que crecí con la sensación de que mi padre era una persona débil que había que proteger. Adopte un rol de cuidadora con él. Eran un padre sufridor que lo está pasando fatal y una madre más enfadada que dolida y siempre crecí con la duda de si ese enfado tenía que ver conmigo".
La cantante reconoce que desde entonces empezó a ser una persona cuyo único interés era contentar a ambos: "Yo trataba de contentarles, de hacer todo lo posible para nos hacerlos sufrir", pero era imposible. Uno de los momentos que marcaron su vida fue cuando sus padres a los 13 años le hicieron decidir con cuál de los dos quería vivir: "Como yo era una niña tan madura tenía yo que decidir con quién vivía. Y mi madre al ser tan limitante me fui con mi padre. Con él volví a sentir que tenía una familia con su pareja y mi nuevo hermano", lo que generó un gran cisma con su madre: "Mi padre salió victorioso y mi madre lo gestionó como pudo. Mi madre se enfadó mucho conmigo, me dejó de hablar".
"Con 17/18 años me tuve que ir de casa por el deterioro de la relación con mi padre"
Luego las cosas con su padre tampoco fueron bien: "Con 17/18 años me tuve que ir de casa por el deterioro de la relación con mi padre. La gente de mi alrededor me decía 'no puede seguir ahí'. Yo empecé a perder mucho peso, entré en depresión...", e intentó buscar ayuda: "Una de las primeras cosas que hice fue ir a Servicios Sociales a ver si me podían ayudar de alguna manera. Lo que me dijeron fue que no tenía signos suficientes de estar pasándolo mal", pero le dieron un trabajo: "Luego me llamaron para trabajar a casa de una familia del barrio. A mí aquella familia me cambió la vida, me daba tanto amor sin que yo lo pidiera".
La relación sus padres no fue mejorando con los años: "Sentí decepción en el momento en el que ubiqué a mis padres en el lugar de adultos imperfectos que somos todos. Había creído que mis padres eran de una determinada manera y cuando los ves actuar de determinada manera que te rompe esos esquemas, llegué a pensar que no sabía quiénes era (...) Ha habido momentos en los que ellos no se han sentido apoyados por mí, me lo han echado en cara. Eso para mí ha sido muy duro", especialmente con su padre: "Con mi padre me ha pasado y sigo sin saberlo, no tengo relación con él. Con su nueva pareja tengo relación familiar, pero con él no".