Una de las cosas que hizo fue asegurar que la relación que existe entre ellos es buena: "Quiero a mi padre tal y como es, cosa que de pequeña no aceptaba. He tomado la decisión de que es mi padre y solo tengo uno, y le he perdonado. Según ha ido pasando el tiempo nuestra relación ha cambiado, ahora es muchísimo mejor". Aseguraba que aún quedan cicatrices, pero que ha sabido olvidar: "Ya no le reprocho nada, puedo olvidar por las personas a las que quiero, aunque de pequeña tuve ciertas carencias".
Contó a la psicóloga que cuando se marchó ella le esperaba en la puerta: "Cuando se fue mi padre, yo tenía 5 años y me quedaba durmiendo en la puerta esperándole". Aclara que no es que se quedara dormida en la puerta, pero que si le esperaba durante mucho tiempo con la esperanza de que volviera.
Situación complicada
Por otra parte, está su madre, Marián Flores, entiende la situación, por lo que no le sienta mal que se lleva bien con Kiko Matamoros ya que es su padre. Además, asegura que respecto a este tema es algo que está bajo control: "Estoy muy tranquila por poder estar cerca de los dos".